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Comerse las uñas, apretar las manos, enojarse sin motivos, tener constante dolor de estómago, sufrir miedo a hablar o salir, dolores en el pecho... Lentamente los síntomas se van multiplicando hasta llegar a un diagnóstico certero: trastorno de ansiedad, el mal que sufre un 10 % de los que llegan a atenderse en servicios psicológicos de centros de salud en Salta.
Pese a la vieja creencia de que los salteños son tranquilos, la vida moderna, las responsabilidades, la carga laboral o el desempleo fueron cambiando los estilos de vida. En la actualidad y según la psicóloga y secretaria de Salud Mental y Abordaje de las Adicciones, Claudia Román Rú, Salta no escapa al incremento en los índices de ansiedad y depresión.
Los centros sanitarios recibieron 33.969 consultas en las áreas de psicología en 2016. Sobre un total de 19.878 pacientes que iniciaron tratamientos el año pasado, un 10 % padecía trastornos de ansiedad.
Los datos se registraron en un informe estadístico de las áreas de primer nivel del Ministerio de Salud Púbica.
De las personas que llegaron a las salas barriales por síntomas de angustia y ansiedad, la mayoría tenía de 20 a 49 años.
Los niños también
El servicio de salud mental del Hospital Público Materno Infantil (HPMI) recibió 13.429 consultas el año pasado y ofreció tratamientos a 5.520 niños, niñas y adolescentes, de acuerdo al informe oficial.
Sobre el total de pacientes del HPMI, el 5,4 % tenía diagnóstico de crisis de angustia y ansiedad. Es decir, sufrían estos problemas 246 pacientes, de los cuales el 98 % fueron mujeres de más de 10 años.
Las problemáticas relacionadas con la ansiedad vienen registrando un crecimiento notable a nivel mundial. Solo desde 1990 a 2013 el incremento estimado fue del 50 por ciento.
La ansiedad tiende a naturalizarse. "Se puede decir: "Bueno, sos así'. Y muchas veces, cuando se llega a la consulta, ya se vieron afectadas varias etapas de vida y hay daños que pudieron evitarse", destacó Claudia Román Rú.
Cuando se habla de ansiedad, se habla de una emoción que tienen todos los seres humanos, que puede generarse en una situación de peligro. Esto genera un alerta para poder responder a este riesgo. Esta amenaza puede ser actual o no.
"Cuando esta situación de peligro no es real ni potencial sino que es más bien imaginaria, puede disparar varios mecanismos como el miedo. Esta ansiedad se acentúa mucho más", advirtió la psicóloga.
Esta incapacidad para resolver situaciones puede llegar a afectar varios ámbitos de la vida cotidiana para los pacientes, como el trabajo, las relaciones sociales o la convivencia familiar.
Temor a hablar
Los trastornos de ansiedad están entre los principales motivos de atención en salud mental. "En muchos casos se llega a detectarlos a través de otras dolencias, como problemas cardiológicos", ejemplificó la funcionaria.
En la mayoría de los casos, el diagnóstico del trastorno de ansiedad se logra luego de un descarte de otras patologías, que se da en otras áreas de la salud.
A nivel mundial y en el país, se estima que un 10 por ciento de la población padece trastornos de salud ligados a la ansiedad.
Esta realidad también se asocia con la depresión, porque genera aislamiento a causa de la angustia.
"Muchas veces las personas comienzan a plantearse ciertas limitaciones y terminan, incluso, dejando de hacer actividades que la causaban placer", advirtió la profesional.
En Salta, las mujeres son mayoría entre los que se atienden por trastornos de ansiedad. "Esto no significa que se dé en un mayor número en mujeres, sino que tienen una mayor capacidad para poder hablar y pedir ayuda", explicó Claudia Román Rú.
En cuanto a los hombres, llegan al diagnóstico de trastorno de ansiedad después de haber sufrido síntomas de otras patologías, como enfermedades cardiológicas o temas de salud más generales.
En cuanto a las edades, el mayor número de consultas se da entre los adultos. Sin embargo, estas enfermedades también afectan a los niños y adolescentes. En estos casos la detección del trastorno de ansiedad se produce muchas veces porque se presentan cambios de conducta llamativos y, a veces, agresivos.
La profesional destacó que algunas de las reacciones de los niños y adolescentes -con las que muestran los trastornos de ansiedad- son las autolesiones y el consumo de sustancias.
“Muchas veces no está expresado así, pero son trastornos. Otras de las modalidades en las que los jóvenes y adolescentes expresan su situación de ansiedad es al conducir vehículos a alta velocidad”, ejemplificó.
Y en este punto hay que destacar que el riesgo que implica un adolescente o joven con un descontrol de ansiedad y en un vehículo a alta velocidad para el resto de las personas que los rodea.
En los niños los trastornos de ansiedad se dan, por lo general, durante los exámenes escolares. “Un ejemplo de esto son los chicos que llegan a una prueba, y si bien estudiaron se bloquean y no les sale nada”, agregó.
Otro síntoma claro es cuando no pueden afrontar un examen oral porque no pueden hablar o no logran controlar sus ansiedad y transpiran las manos.
Factores a tener en cuenta
La situación económica, el incremento en la cantidad de horas de trabajo para poder subsistir, o la falta de una fuente de empleo son algunos de los tantos factores externos que hicieron que en Salta se incremente el número de personas con trastornos de ansiedad.
La mayor productividad implicó que muchas personas ya no cuenten con tiempo libre para realizar actividades recreativas. Por otro lado, el sedentarismo también influye. “La falta de actividad física impide que la tensión se canalice, lo que genera trastornos como los denominados ataques de pánico, muchos más frecuentes que en otras épocas”, afirmó.
La falta de los espacios para compartir y crear vínculos también genera situaciones de tensión. Y el hecho de tener que estar anticipándose a determinadas situaciones también genera tensión.
Como una experiencia de cómo son vistos los salteños y su estilos de vida, Román Rú contó que hace 5 años, durante un encuentro de perfeccionamiento, se sintió discriminada. “Estaba en Buenos Aires para hacer un convenio de intercambio de profesionales de la salud, y en aquel momento me dijeron que no tenían muchos lugares para los salteños “porque dormimos la siesta”. Pero en la situación en la que vivimos, la siesta para los salteños pasó para el fin de semana, y eso”, reflexionó.
Los alimentos dañinos
El aumento en el consumo de café, tabaco y alcohol también determina o colabora en el incremento de los casos de ansiedad. Estos productos son estimulantes y si bien se puede creer que fumarse un cigarrillo sirve para relajarse, es totalmente mentiroso. “Podemos terminar con un consumo patológico”, advirtió.
Claudia Román Rú destacó que los salteños son muy conservadores y en esto de la salud mental se acentúan estas posturas. En el caso de los hombres, eso de hablar de los que les pasa está mal visto. Además, cuando los trastornos de ansiedad se guardan, una de las sensaciones es que se está perdiendo el control. Los hombres temen ser catalogados de locos, y esto produce aún más tensión, porque se piensa que tienen que ocultarlo.
Adónde recurrir
El primer paso es buscar el apoyo de un representante de la salud mental. Román Rú destacó que el profesional ofrecerá en cada uno de los casos las herramientas para poder resolver la situación. “Hay que tener en cuenta que para poder empezar un tratamiento se debe contar con los antecedentes personales, no solo la situación actual. Muchas veces las angustias se generan por hechos no solucionados”, afirmó. Esta asistencia se puede buscar en los centros de salud, lo mismo que en los hospitales. También se realiza asistencia en los CIC de Solidaridad, Unión, Vaqueros y en los centros vecinales de Siglo XXI y Villa Soledad.