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Desde principios del año pasado, la Municipalidad de Salta y el Gobierno nacional vienen trabajando en un proyecto que tiene por objeto evitar que la ciudad de Salta se siga inundando. El Ejecutivo nacional tiene planeado construir cuatro represas, que estarían ubicadas en los predios de la zona del Ejército (ver mapa), para controlar el agua antes de que llegue al macro y microcentro.
La primera parte de este proyecto, que es la construcción de los microembalses, tiene un presupuesto de referencia que está en el orden de los 56 millones de pesos. La superficie de los espejos de agua variaría entre las 3 y 6 hectáreas, dependiendo del tamaño de las represas, que tendrán una capacidad de 680.000 metros cúbicos de almacenamiento (680 millones de litros de agua). Como los trabajos se harían en un predio que pertenece al Ejercito nacional, deberán contar con la autorización de las Fuerzas Armadas. Las negociaciones, según transcendió, están avanzadas.
Otro tema fundamental es el financiamiento, que provendría del Gobierno de la Nación. El intendente capitalino, Gustavo Sáenz, estaría trabajando para conseguir los recursos.
Según el ingeniero Marcelo Arzelán, quien se encuentra al frente de este proyecto, estos microembalses tendrán un efecto directo sobre el campo militar y a la vez evitará el ingreso en un 30 o 40% del agua al macro y microcentro.
"Se trata de todo un trabajo en un sistema de manejo integral de cuencas", comentó el especialista. Y agregó: "En vez de atacar los problemas de escurrimiento y de inundaciones solamente estamos yendo a las causas, en los lugares donde se concentra el agua. Lo que hacemos es darle un abordaje integral desde que nacen los escurrimientos hasta que llegan a los distintos lugares que transitan, en este caso por el centro de la ciudad", relató el ingeniero.
Salta tiene una deuda importante en obras de infraestructura hídrica para evitar inundaciones. Durante décadas, la ciudad ha pasado por situaciones límite que han ocasionado pérdidas millonarias, como la tragedia del 31 de enero de 2011, cuando vecinos de Ceferino, Villa Angelita y 13 de Abril perdieron todo porque el agua entró en sus casas.
La crecida del río Arenales después de una tormenta generó que 400 personas tuvieran que ser evacuadas y 2.000 viviendas sufrieran daños. Los vecinos denuncian que, por la desidia de los gobernantes, durante años no se hizo ninguna de las obras que hubieran permitido atenuar la situación.
En abril de este año Nación y la Municipalidad de Salta firmaron un acta compromiso para la ejecución de estas obras, pero hasta el momento no se conocieron muchos detalles.
Cómo funcionará
"Para este proyecto de microembalses nosotros hicimos una propuesta de trabajo para construir en la zona del campo militar cuatro represas. Son 1.100 hectáreas que tienen influencia sobre el frente de la calle Arenales y todo lo que es la avenida Bolivia, todo el ingreso de agua que hay en ese sector, incluso hacia el lado de la autopista que va a San Lorenzo", explicó el ingeniero.
Marcelo Arzelán explicó a El Tribuno que el agua que ingrese al campo militar se va a regular con esas cuatro represas para evitar que entre de golpe. "Nosotros estamos en un lugar donde tenemos precipitaciones concentradas en los meses de verano, lo que hace que se produzcan picos de escurrimiento y golpes de agua que pasan en poco tiempo y que ocasionan severos daños, inundaciones, erosión y problemas verdaderamente graves", comentó el ingeniero.
Con este proyecto trabajarán desde la parte alta para ir atenuando los golpes de agua con las represas y lograr que se extienda el tiempo de drenado.
"Lo que hacen las represas es que, cuando entra una cantidad alta de agua, podemos sacarla por un caño en una cantidad del 10 o 15% de lo que entra y diferir en el tiempo. El resto queda almacenado y se va liberando de a poco. De esa manera el pico de agua que ingresa a la ciudad, se ve totalmente atenuado y los mismos canales de la ciudad ya alcanzan para llevar una cantidad de agua en mayor tiempo", detalló Marcelo Arzelán.
El especialista explicó que este proyecto consta de varias partes. En la primera se busca controlar el agua que está en los campos militares. A esa fase la denominan "primer anillo de seguridad".
Luego están los canales que ahora funcionan en la ciudad, además de otros de apoyo que se van a construir y conforman el "segundo anillo".
"Por ejemplo el canal oeste, el que está en San Cayetano, y va hacia el río Arenales, que tiene origen a la altura del campo militar ya no se va a sobrepasar para meterse al macro y microcentro. Lo que vamos a evitar es que el agua ingrese a la ciudad. Pero esto se tiene que complementar con otras obras, no es solamente lo que se está haciendo en la parte de cabecera. Sin dudas esto bajaría el problema sensiblemente y ya solo quedarían algunos detalles", finalizó el especialista.
Según se difundió desde la Municipalidad, los cuatro microembalses previstos en el proyecto demandarían una inversión de 13 a 16 millones de pesos cada uno.