La Justicia dejó en suspenso por el momento la orden de desalojo para Tomás Calisaya, un anciano de 83 años que padece mal de Parkinson y Alzheimer y corría riesgo de quedarse en la calle en los últimos días de diciembre. El hombre y su hija, de 65 años, viven en una casa de la calle San Juan desde hace 50 años y reclaman la posesión veinteañal del inmueble, lo que les fue denegado en una primera resolución.
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La Justicia dejó en suspenso por el momento la orden de desalojo para Tomás Calisaya, un anciano de 83 años que padece mal de Parkinson y Alzheimer y corría riesgo de quedarse en la calle en los últimos días de diciembre. El hombre y su hija, de 65 años, viven en una casa de la calle San Juan desde hace 50 años y reclaman la posesión veinteañal del inmueble, lo que les fue denegado en una primera resolución.
Sin información ni el asesoramiento correspondiente, Tomás y su hija dejaron que esa decisión quedara firme y hace poco les llegó una orden de desalojo. Ante esta situación, el abogado Roberto Elio Gareca presentó un recurso de amparo hace días para evitar que quedaran en situación de calle.
La posesión veinteñal es un recurso legal por el cual se puede adquirir un inmueble en el que se habitó durante muchos años sin que haya ningún reclamo del titular registrado. En el último día hábil de 2017, la Justicia emitió una resolución por la cual, por ahora, no se hará efectivo el desalojo de Tomás Calisaya. Gareca explicó que en la causa hubo vicios procesales por los cuales debería declararse nula.
"Nos hicimos cargo del afligente caso el día en que la hija de don Tomás (porque éste no puede ni podrá entender jamás el drama que vive) tomó conocimiento de que la jueza había ordenado que los pusieran a ambos en la calle", manifestó el abogado en la red social Facebook.
Drama de Navidad
"Como es de conocimiento de los que siguieron este drama, pocos días antes de Navidad un oficial de justicia se presentó intempestivamente en la vivienda en la que don Tomás hace 50 años vive con su hija de 63 años para hacer cumplir una orden de inmediato desalojo (de personas y bienes), en ejecución de una sentencia emitida a través de un proceso que consideramos inválido y sin eficacia jurídica por vicios esenciales y falsedades", agregó el letrado.
Gareca afirmó que seguirá adelante con la lucha jurídica para garantizar el derecho a la vivienda del anciano, que tiene una discapacidad física del 85 por ciento y una discapacidad mental del 90 por ciento.
"Logramos que el desalojo no se efectivizara para Navidad y que don Tomás celebrara Nochebuena y Navidad en su casita. Seguimos realizando presentaciones y conseguimos que el lanzamiento tampoco se concretara el último día hábil judicial, pues el 1 de enero de 2018 comienza la Feria Judicial, período en el que solamente se tramitan casos de urgencia", explicó Roberto Elio Gareca.
De esta manera, el anciano comenzó el año en su vivienda y podrá continuar allí, al menos, durante el mes de enero.
"Nuestro esfuerzo tuvo su recompensa. En febrero de 2018 continuaremos nuestra lucha", sostuvo el abogado, quien también agradeció a El Tribuno por hacerse eco del caso en una nota publicada en la edición del 23 de diciembre.