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25 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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El Arte de Vivir ayuda a los afectados por las inundaciones con técnicas de respiración

Voluntarios de la fundación vienen trabajando con quienes perdieron todo. Promueven una respiración consiente y educación emocional para atravesar tiempos de crisis y grandes catástrofes. 
Miércoles, 28 de febrero de 2018 00:00

En el momento que se pierde todo y que una mirada hacia el entorno solo devuelve caos, hay que retornar a la fuente: la respiración. La primera acción que realizamos al nacer y cuyo cese marca el final de la vida. Ese es el mensaje primordial que voluntarios de la fundación El Arte de Vivir llevaron hasta los inundados de Santa Victoria Este y lugares aledaños. Erica Maryncak, la directora para Latinoamérica del Programa Alivio Pos Trauma de la fundación, le contó a El Tribuno que tras dos viajes están programando un tercero. La comitiva partirá en ocho días y buscan tanto padrinos que solventen el viajes de los voluntarios con fondos como personas que deseen sumarse al equipo para colaborar. Para ellos se debe llamar al (387) 154109889.

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En el momento que se pierde todo y que una mirada hacia el entorno solo devuelve caos, hay que retornar a la fuente: la respiración. La primera acción que realizamos al nacer y cuyo cese marca el final de la vida. Ese es el mensaje primordial que voluntarios de la fundación El Arte de Vivir llevaron hasta los inundados de Santa Victoria Este y lugares aledaños. Erica Maryncak, la directora para Latinoamérica del Programa Alivio Pos Trauma de la fundación, le contó a El Tribuno que tras dos viajes están programando un tercero. La comitiva partirá en ocho días y buscan tanto padrinos que solventen el viajes de los voluntarios con fondos como personas que deseen sumarse al equipo para colaborar. Para ellos se debe llamar al (387) 154109889.

La noche del domingo pasado ella venía de haber pasado cinco días trabajando con los afectados por las inundaciones y también con las personas que están asistiendo a los evacuados, como el Ejército, personal de la Municipalidad y del centro de salud. Con su actividad llegaron a 1.400 personas. Todo se inició con la campaña nacional Juntos por Salta, con la que recolectaron dinero e insumos para financiarse. De la primera incursión participaron 8 personas y de la segunda 16, lo que da cuenta de una voluntad que se multiplicó. 

“El que va la primera vez quiere volver, porque siente mucha pertenencia al lugar y al darse cuenta de cuánto hay para hacer. El voluntariado es un compromiso muy grande de servicio”, definió Erica. 
Acerca del momento en que un voluntario está listo para la acción dijo que es fundamental que este entienda que necesita estar bien para ayudar. “Todos queremos ayudar porque por naturaleza todos somos solidarios. Si alguien necesita algo enseguida uno está ahí y en el momento que uno da el paso de ayudar no está pensando en uno. Cuando pensamos en nosotros es cuando en realidad empiezan los problemas, cuando la mente piensa en el qué voy a hacer; pero esta actitud de servicio es natural. Cuando los valores humanos y tus fuentes de energía están altas se puede ayudar”, destacó. Ellos conciben que el círculo virtuoso de ayuda se inicia trabajando con las cuatro principales fuentes de energía: descanso, alimentación, técnicas de respiración y técnicas de meditación. Todos los adeptos a la fundación El Arte de Vivir sostienen que aprender la técnica de respiración Sudarshan Kriya es muy sencillo. Se emplean para ello son de nueve horas repartidas de tres en tres por día. 

“Somos, sin saberlo, dominados por nuestras emociones. Algo que nos dio miedo de niños se queda en nuestro sistema y ahí aparecen las fobias, el insomnio, la depresión y se trata de revertir esto. Cada emoción está asociada a un tipo de respiración. Cuando te asustás respirás corto y agitado, cuando estás contento tu inhalación es más predominante y más larga, cuando te da miedo algo se te seca la garganta, capaz que hasta no respirás pero son bocanadas más grandes. La emoción ahí te está controlando, pero aprender la técnica de respiración te permite manejar la emoción”, describió Erica. Luego señaló que cuando alguien está en situación de catástrofe pasa por tres etapas.
Una de autopreservación, de supervivencia, en la que intervienen rescatistas, paramédicos y defensa civil. 

“Aquí solo piensa en agarrar a los suyos y escaparse. Ni siquiera hay pérdida de conciencia ni de energía, tampoco cansancio. Solo se piensa en salvarse y salvar”, comentó. Después sobreviene una segunda etapa en la que se piensa en las necesidades básicas, ya en los centros de evacuados o autoevacuados. “Empieza a haber una aceptación o no aceptación de que se perdió todo. Cuando el agua baja, el panorama es peor porque uno queda devastado. Ahí mismo hay que trabajar con la emoción. Hay personas que no pueden ni dormir y otros entran en depresión”, señaló. Puso como ejemplo que durante las inundaciones en La Plata los niños decían que no se querían bañarse porque el ruido de la ducha era igual al de la lluvia y así evidenciaban que habían quedado asustados. Así, “si la fibra más profunda no se recupera queda un daño más grave y sostenible en el tiempo”. Ya en la tercera etapa no hay rescatistas, los voluntarios se fueron y las donaciones cesaron. “Ahí trabajamos con aquel que vivió todo esto y con el que lo vio, pero no pudo hacer más”, especificó. 
 

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