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Centenares de hinchas de River Plate recibieron efusivamente esta noche al plantel de su equipo, que también llegó con demora de más de media hora, al hotel Diplomatic, pero que se hizo tiempo para saludar y sacarse fotos con los simpatizantes en la calle Belgrano de Mendoza, para jugar este miércoles la final de la Supercopa Argentina ante Boca Juniors, en el estadio Malvinas Argentinas.
Los primeros en llegar debieron esperar más de cinco horas en la puerta de ingreso de un vallado hotel, ante la incertidumbre del horario en que llegaría el plantel al mencionado lugar donde quedaría hospedado más tarde, ante una discreta presencia policial apostada para resguardar el orden.
A medida que pasaban las horas se fueron sumando muchos jóvenes, donde la masiva presencia femenina también dijo presente, muchos de ellos ataviados con la tradicional casaca de la banda roja y pancartas.
También se pudieron observar otros jóvenes, ataviados con la casaca del millo y la inscripción de otras provincias, como la Pampa, San Luis, Neuquén, además de distintas localidades del país.
Tras llegar a la aeroestación mendocina “Francisco Gabrielli”, el vuelo chárter con el plantel millonario, los futbolistas abordaron rápidamente el ómnibus de la empresa que tiene contrato con el club de Nuñez, pasadas las 21.
Los fanáticos millonarios explotaron en euforia cuando llegó el ómnibus al hotel pasadas las 21.30. Fue allí que los cánticos tuvieron su pico más alto a medida que los futbolistas fueron descendiendo de la unidad.
Si bien algunos jugadores como Rodrigo Mora, Leonardo Ponzio y Enzo Pérez fueron los más vivados, respondiendo con sonrisas o el pulgar en alto, sin dudas que los mayores aplausos y las más grandes muestras de afectos tuvieron como destinatario al técnico Marcelo Gallardo, en una clara respuesta de que a pesar del bajón futbolístico del equipo desde hace varias fechas, el crédito de la gente de River hacia el Muñeco sigue intacto.
El propio Gallardo fue el que juntó a todo el plantel antes de ingresar al hotel y sorprendió a todos, cuando se dirigieron a los fanáticos para entregarles tarjetas autografiadas, sacarse fotos con los hinchas, firmar autógrafos y autografiar camisetas, en un gesto poco común que aumentó la euforia de los fanáticos.
Aunque la mayoría de los jugadores sólo expresaron pequeñas frases como “estamos bien”, “felices de estar acá” o “todo bien”, el mendocino Pérez, en breve contacto con la prensa, expresó estar “siempre feliz” de llegar a su provincia.
Maidana señaló que “este es un clásico que los dos quieren ganar. Por eso nosotros dejaremos todo dentro de la cancha para quedarnos con el triunfo”, remarcó.
