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El clima cálido que se vivió hasta hace algunos días favoreció que los pastos crecieran sin control, sobre todo en terrenos abandonados. Ese es el caso de un predio de más de tres hectáreas que se ubica entre barrio Juan Pablo II y la avenida Catedral Basílica, de barrio Santa Ana II. Allí, los pastos conocidos como "cubanos" ya superan los tres metros de altura.
Sin embargo, son varios los vecinos que se aventuran a cruzar por el lugar. De un lado y del otro, de ambos barrios, existen necesidades como ir a la escuela o hacer las compras. Este es el momento que esperan los malvivientes de la zona para caer sobre sus víctimas.
Hace dos semanas dos estudiantes de una escuela secundaria de barrio Santa Ana II fueron víctimas de los asaltantes a las 13.20. Habían salido de la escuela y volvían a sus casa cruzando el campo, cuando de entre las altas malezas, tres jóvenes asaltantes los obligaron a entregar las mochilas y los zapatos. Asustados los chicos, de entre 13 y 14 años, entregaron lo que tenían. Los ladrones se volvieron a meter entre los yuyos, mientras las víctimas corrieron a sus casas.
Sobre la avenida Catedral Basílica, en la vereda del descampado, se ubica la parada de colectivos del corredor 8. Frente a la parada está la canchita de fútbol del barrio que solo tiene concurrencia los fines de semana. Este lugar es otro de los espacios que los asaltantes encontraron como propicio para atacar a sus víctimas. Allí los atacantes roban a los vecinos desprevenidos, le sacan lo que llevan en las manos y huyen metiéndose en el campo.
Sobre la avenida Catedral Basílica, en la vereda del descampado, se ubica la parada de colectivos del corredor 8. Frente a la parada está la canchita de fútbol del barrio que solo tiene concurrencia los fines de semana. Este lugar es otro de los espacios que los asaltantes encontraron como propicio para atacar a sus víctimas. Allí los atacantes roban a los vecinos desprevenidos, le sacan lo que llevan en las manos y huyen metiéndose en el campo.
Desde el destacamento policial de barrio Docente Sur, confirmaron que solo se registró -en el último tiempo- una denuncia de robo en esa zona; sin embargo, los vecinos advierten que los atracos son a diario.
"Sabemos que el terreno es privado porque tiene un cerco de alambre -tipo rural-, pero eso no evita que los vecinos entren ni mucho menos los asaltantes circulen", destacó Adriana, quien vive en los departamentos de Juan Pablo II.
Ella vive en un tercer piso y su ventana da para el descampado. Cuenta que en cualquier momento los delincuentes aparecen en las sendas que usan los vecinos, y rápidamente de escurren en el monte.
"El año pasado el campo estaba todo limpio. Una parte la habían quemado y la otra estaba cortada, pero ahora los pastos no dejan de crecer, dijo Raquel que recorre estos caminos todos los día para ir a buscar a su hija al secundario de Santa Ana II.