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24 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Las historias de usinas y tranvías de la ciudad

Con motivo de la reciente inauguración de un centro cultural en “La Vieja Usina”, viene al caso contar su historia. 
Domingo, 24 de noviembre de 2019 00:51

Gracias a un reportaje que El Tribuno le hizo a don Benicio Urzagasti en 1951, hoy podemos contar que la primera usina de Salta comenzó a funcionar en 1898. Como dato ilustrativo al relato de Urzagasti, podemos decir que esa usina estaba emplazada en el sector NE de la manzana que hoy ocupa la escuela San Martín (Ameghino y Zuviría).

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Gracias a un reportaje que El Tribuno le hizo a don Benicio Urzagasti en 1951, hoy podemos contar que la primera usina de Salta comenzó a funcionar en 1898. Como dato ilustrativo al relato de Urzagasti, podemos decir que esa usina estaba emplazada en el sector NE de la manzana que hoy ocupa la escuela San Martín (Ameghino y Zuviría).

En aquella entrevista realizada en el Asilo de Ancianos “León XIII”, Urzagasti (78) aportó tres importantes datos para la historia de la ciudad, hoy muy conocidos pero que hace 70 años no lo eran tanto. El primero está referido al arribo del primer tren a Salta. “Fue -dijo- en 1890; un sábado de febrero a la tarde. Y para que avanzara la locomotora, iban colocando paulatinamente los rieles por calle Mitre hasta la plaza 9 de Julio, y el que conducía la máquina era don Antonio Saporotti”. Su segundo aporte fue sobre el tranvía tracción a sangre: “Yo tenía 22 años -dijo- cuando se instaló, en 1895, la primera compañía de tranvías a caballo de propiedad de don Tomás Oliver”. Finalmente, el tercer dato: “Los tranvías eléctricos -recordó- llegaron tres años después, en 1898”. 

Esta última revelación de Urzagasti, nos permite afirmar que los primeros tranvías de la ciudad se movieron con la electricidad que generaba la usina de Zuviría y O’Higgins, tal como muestra una de las fotos que ilustran esta nota. Lamentablemente, Urzagasti no aporta el nombre del propietario de aquella usina. En este sentido la profesora Teresa Cadena de Hessling dice: “En el año 1910 los tranvías, ya electrificados, pasaron a ser explotados por la ‘Sociedad Anónima Luz y Tranvías del Norte’ y en enero de 1916, las acciones pasaron a la Compañía Anglo Argentina de Electricidad” con oficinas, usina y depósito de tranvías en donde hoy llamamos “La Usina Vieja”. Es decir en Juramento y España. 

En síntesis, gracias a los aportes de Urzagasti y de Cadena de Hessling, podemos afirmar que parte del actual edificio de la flamante Usina Cultural de Salta, tiene 103 años. 

Años del vapor

En sus orígenes, las primeras usinas de Salta, generaron electricidad gracias a la máquina de vapor, cuyas calderas fueron alimentadas con leña. De allí que en los recientes trabajos de remodelación del edificio, se haya encontrado ceniza. Y seguro que, por la cercanía, las primeras cargas de leña deben haber sido aportadas por el tan aporreado cerro San Bernardo. Pero no se debe descartar que, al igual que la usina de Cerrillos (1919), las calderas hayan sido alimentadas también con “marlo”, combustible más barato y muy abundante en el Valle de Lerma. Los marlos se obtenían por desgranamiento de las mazorcas de maíz.

Lo que sí de debe descartar es que en algún momento las usinas de Salta hayan generado electricidad merced al uso directo de corrientes de agua, tal como lo hacían los molinos hidráulicos, algunos de los cuales aún están en funcionamiento. Finca Colón, en Cerrillos, es un claro ejemplo de ello.

Usina y Colegio Nacional

Algo que hay que dejar en claro es que la construcción de la Usina de Salta (1916) no fue contemporánea con el edificio del Colegio Nacional, y tampoco con el Centro Antipalúdico (hoy Palúdica). El colegio se inauguró en 1941, luego de mudarse del ex Convento de los Mercedarios, -hoy Escuela “Dr. Benjamín Zorrilla”- a la falda del cerro San Bernardo, camino al monumento a Güemes. 

En cuanto al edificio de la “Antipalúdica” -también vecino a la usina-, comenzó a construirse en la segunda década del siglo XX. Luego de que el Dr. Luis Güemes donara al Estado nacional una manzana para la construcción de un inmueble para la “Defensa Antipalúdica”. Luego de vencido el paludismo por la lucha emprendida por el Dr. Ramón Carrillo, el edificio se transformó en un importante centro asistencial que cumplió un destacado papel en la lucha, no solo contra el paludismo, sino también contra la viruela y el mal de Chagas.

El reemplazo de la máquina a vapor por los motores diesel 

El cambio motriz ocurrió entre 1930 y 1932. En 1936 fueron raleados los tranvías.

Alberdi primera cuadra, sin auto pero con tranvía y cocheros. 

Según memoriosos, la Usina de Salta cambió el vapor por el motor diesel, en los años 30 del siglo pasado. Lamentablemente, ese cambio motriz no está -hasta ahora- registrado documentalmente, y por lo tanto debemos confiar, en los testimonios orales y fotográficos que nunca faltan pero que tampoco abundan. Lo que sí podemos decir, es que posiblemente la combustión interna llegó con el cambio de propietarios. Es decir cuando la “Anglo Argentina de Electricidad” transfirió la usina y tranvías a la “Cía. de Electricidad del Norte Argentino” (CENA).

Según copias que obran en el archivo de El Tribuno, hasta 1930 la propietaria de la Usina de Salta y de los tranvías era la Compañía Anglo Argentina de Electricidad. Esto lo atestigua una constancia de instalación de un medidor de corriente eléctrica en la Catedral de Salta (España 558) fechada el 15 de octubre de 1930. Pero dos años después, en 1932, los bienes de la Anglo Argentina ya figuran en poder de la “Cía. de Electricidad del Norte Argentino”. Esto lo certifica la copia de una Orden del 10 de octubre de 1932, emitida por la Municipalidad de Salta a la CENA, a los fines de que suministre electricidad al Banco Español (Balcarce y España). 

Con estos documentos se puede decir que usina y tranvías cambiaron de dueño entre 1930 y 1932. Y si los memoriosos no se equivocan, el cambio del vapor por el diesel también ocurrió por entonces. Un dato ilustrativo es que la misma compañía instaló por esos años en Orán, generadores con motores diesel, idénticos a los que operaron en Salta, en España y Juramento, hasta los años 70. 

Por último, sobre lo que no cabe dudas, es que fue la CADE la que sacó de circulación a los tranvías de Salta, llevados luego a Tucumán, donde funcionaron hasta la década del 60. 

Un tranvía en la playa de la primera usina de Salta (Zuviría y O’Hggins). 

Nuevas usinas

A fines de 1947, la usina de Salta pasó a manos de la estatal “Agua y Energía Eléctrica de la Nación” creada ese año por el gobierno de Perón. Hasta entonces era la única que suministraba electricidad en la ciudad de Salta. Era de corriente continua y se usaba para iluminación pública y domiciliaria y para motores de escasa potencia. Por entonces, el déficit energético de la ciudad era acentuado y creciente. Y así fue hasta que en 1948, Agua y Energía inauguró la usina de Campo Quijano, primera hidroeléctrica de la provincia y generadora de corriente alternada. Desde un principio suministró electricidad al flamante aeropuerto El Aybal, Rosario de Lerma, Cerrillos y algunos barrios del sur de Salta.

En 1954, llegó una nueva ayuda energética para la ciudad. Fue cuando Agua y Energía puso en servicio la usina “San José”, en un descampado ubicado a la orilla del viejo cauce del río Arias. Esta concluyó con la vida útil de la pequeña pero pionera hidroeléctrica de Campo Quijano.

Entre 1962 y 1963 llegó a la ciudad y gran parte del Valle de Lerma, un nuevo aporte energético de corriente alternada. Provenía de la usina de Corralito, construida por Agua y Energía entre 1954 y 1962. 

Pese todos estos aportes energéticos que recibió la ciudad, la emblemática y vieja usina de Salta, continuó en servicio hasta 1977 cuando la empresa estatal dio por concluida su vida útil, luego de 79 años de trabajo. En sus últimos años funcionó solo para corriente continua de los motores de algunos ascensores, públicos y privados, entre ellos el de la Legislatura, el más antiguo de Salta.

Por fin, el último aporte lo hizo Cabra Corral, obra de Agua y Energía Eléctrica iniciada en 1947 y concluida en 1972. 

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