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Tras la visita que realizaron el lunes funcionarios del Gobierno provincial a la escuela General Pizarro, de Orán, la directora del establecimiento, Claudia Salazar, brindó detalles a los padres de los alumnos acerca de las decisiones tomadas.
"Durante la visita de ayer (por el lunes) del ingeniero Alberto Caro y la arquitecta Teresa Chaile, pudieron recorrer el establecimiento completo y comprobar en situ el estado en el cual se encuentra el edificio", dijo la docente.
Y agregó que "se determinó que existen tres aulas donde de ninguna manera se puede dictar clases, porque no se encuentran en condiciones bajo ningún punto de vista, y no podemos poner en riesgo la integridad de nadie, menos de nuestros alumnos".
"Si bien los trabajos son necesarios y es urgente refaccionar las tres aulas, llevaría aproximadamente un año según estimaron los funcionarios que visitaron la escuela. Nosotros, a uno de esos grados lo ubicaremos en otra ala de la misma escuela, donde se encuentra la biblioteca. Eso sería moviendo un grado de 25 alumnos. En tanto que los séptimos (del turno mañana y tarde) afectados, serían enviado a que tomen clases en aulas de la escuela especial Delia Taranto de Cosso, cuyos directivos ceden el espacio para que se trasladen cuatro divisiones, con un total de 120 alumnos que concurren distribuidos en dos turnos, mientras se realizan los trabajos en nuestra escuela", puntualizó Claudia Salazar.
"Necesitamos apoyo"
La directora sostuvo que "se hará necesario el acompañamiento de todos, para que el expediente de la escuela avance rápido y el inicio de la obra no sufra más demoras, entre el presupuesto y la licitación".
Pero los padres se mostraron disconformes con esta decisión, ya que adujeron que solo están parchando un problema de fondo y se niegan a que los alumnos sean trasladados a la escuela especial.
"Sería superpoblar otra institución donde hay muchos niños con otras necesidades y que requieren otros cuidados", dijeron a coro.
"El principal problema de la institución es que los expedientes están acumulados y nosotros sabemos que los directivos han presentado desde hace 5 años informes, pedidos y expedientes", recordaron los padres de los chicos.
"Ahora llegamos a una situación límite, tienen dos aulas inhabilitadas para dar clases y las aulas colindantes también presentan grandes riesgos. Hay pisos hundidos, humedad, goteras y filtraciones, paredes agrietadas, esto no se corresponde con lo que denominamos calidad educativa", expresó Romina, mamá de un alumno de la institución.
Piden por Berruezo
Los padres se sienten molestos y exigen la inmediata presencia de la ministra de Educación, de la Provincia, Analía Berruezo.
Según trascendió el fondo de refacciones que recibe la institución, al ser una escuela de primera categoría de Orán, ronda los 48.600 pesos en dos partidas, lo que resulta claramente insuficiente para las necesidades más urgentes.
Algunos papás colaboran con la cooperadora y eso ayuda mucho, pero al no ser obligatorio los aportes no son generalizados ni constantes.
Como se recordará, el ingeniero Néstor Machuca, subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad de la ciudad de Orán, el 26 de diciembre del año pasado presentó un informe donde puso en conocimiento de las autoridades de la escuela General Pizarro, el deterioro que presenta dicho edificio, sugiriendo la suspensión de las clases en ese mismo momento.
"Pero se hizo caso omiso al pedido del profesional poniendo en riesgo la integridad física de alumnos y docentes, que están presionados para dictar clases", dijo la madre.