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Alrededor de 100 familias de barrio Los Laureles no tuvieron agua durante cinco días, por lo que tuvieron que ser abastecidos por una autobomba de Bomberos Voluntarios.
El servicio comenzó a normalizarse el sábado por la noche, pero con cortes y baja presión.
Los residentes viven en humildes viviendas, ubicadas en las serranías del oeste de San José de Metán. Se asentaron en terrenos que están en la etapa final de la expropiación.
Cabe destacar que, debido a esa situación irregular, todavía no son clientes de Aguas del Norte. Por eso cada familia hizo conexiones con mangueras, de las cuales algunas están enterradas, otras en la superficie y hasta en altura. Debido a la falta de presión, permanentemente se quedan sin el líquido por la pendiente que hay por los cerros y los desniveles.
"Durante cinco días estuvimos sin agua y perjudicados en todo sentido, porque no se podía cocinar, lavar la ropa ni tener lo necesario para los baños. Los chicos no estaban yendo a la escuela porque el tema de la higiene es fundamental. Estuvimos sobreviviendo como pudimos. El sábado comenzó a salir agua, pero con cortes y baja presión", dijo la vecina Mirta Gutiérrez a El Tribuno.
"No somos usuarios de Aguas del Norte. Debido a la grave situación le tuvimos que pedir por favor a los Bomberos Voluntarios que nos trajeran agua porque estaba en riesgo la salud de todos", destacó.
Los vecinos de ese barrio no cuentan con redes cloacales, por lo que tienen letrinas; tampoco cuentan con gas.
Con una autobomba, los integrantes del cuartel Posta de Yatasto distribuyeron agua en la populosa barriada. Grandes y chicos hicieron fila con baldes, tachos y otros recipientes para poder abastecerse.
"Estamos agradecidos por el agua que nos trajeron los bomberos, pero no se podía tomar porque tenía arena; podía servir para el baño y para lavar las cosas. Acá hay muchas familias con chicos y necesitamos el agua potable de manera regular, urgente", dijo Nadia Ontiveros, quien está embarazada.
Con respecto a la calidad del agua, los bomberos aclararon que la estaban tomando de la red urbana de Metán. En ese sentido, el viernes pasado varios barrios como el Lugano y Granadero Díaz estaban recibiendo el líquido con arena.
"No tenemos solución, este problema viene desde hace tiempo por falta de presión y nadie nos escucha. Tampoco nos dicen nada sobre los trámites de expropiación. A esto se suma que las calles están en mal estado, cuando llueve no se puede entrar ni salir del barrio, y hay fallas en el alumbrado público", destacó la vecina.
Federico Rojas, vecino de otro sector del barrio Los Laureles, fue entrevistado por El Tribuno cuando los bomberos lo estaban abasteciendo con agua. "Es lamentable esta situación que seguimos sufriendo, principalmente los niños. En esta zona hubo unas 100 familias que no tuvieron ni una gota de agua en cinco días. Sabemos que estamos en un asentamiento. Desconozco cómo están los trámites de expropiación, pero necesitamos una solución. Nos queda muy lejos para ir a buscar agua con baldes y tenemos que comprar agua mineral para tomar. En el verano este es un problema mucho más grave", destacó.
Aguas del Norte
A pesar de que los vecinos de barrio Los Laureles no son clientes de la firma, personal de Aguas del Norte trabajó en el lugar para acerca una solución. El problema es que se detectaron varias mangueras -que colocaron los residentes- con pérdidas. Los operarios también verificaron las cañerías que no presentaban ningún inconveniente. En los últimos días hubo rotura de un caño principal en barrio Lugano, lo que provocó que el agua saliera por los grifos con arena en algunos barrios.