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Lo que le falta al Norte Grande

Martes, 17 de noviembre de 2020 02:03
Lo que le falta al Norte Grande Lo que le falta al Norte Grande
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¿Qué es primero? ¿la política o la economía? La microeconomía es el estudio de las unidades de decisión (familias y empresas); la macroeconomía el estudio de los grandes agregados: consumo, inversión, etc.

Sin embargo, estos agregados sólo tienen sentido referidos a una economía determinada. Se observa entonces una importante diferencia entre la macro y la microeconomía, porque esta última no requiere un "marco institucional", vale decir, no se necesita acordar previamente una moneda, códigos o sanciones ya que las transacciones pueden hacerse perfectamente sin ellas; así lo prueban las compras y ventas de "verdes", sean estos dólares o nuestra coca, cuyo "marco institucional" sigue, como el recambio del sistema electoral, "en el limbo", hasta que algún nuevo episodio sacuda "las hitas"... Por el contrario, la macroeconomía no puede funcionar sin instituciones, y los demuestra aquella colonización del Indec, cuando no podía saberse a cuánto ascendía la inflación, el desempleo y ninguna variable macroeconómica en definitiva. La microeconomía puede pasarse perfectamente sin los economistas, porque la utilidad que proporcionan los bienes y servicios es perfectamente definible para las personas, aunque aquellos no la puedan medir; en tanto, la macroeconomía necesita de los economistas para que precisen las variables que la conforman, y especialmente, requiere de instituciones que le den contenido a la moneda, las reglas de juego, las sanciones y todo el andamiaje justamente institucional sin el cual las economías no podrían estructurarse.

No en vano Keynes citaba a Lenín, quien se jactaba de que, a través de la inflación, se podría destruir a una nación al privarla de "instrumentos", sometiéndola a un desajuste en todas sus variables y posteriormente al colapso, y ahí está Venezuela como ejemplo de lo que Lenin sostenía.

Probablemente, los esfuerzos de integración han fracasado justamente por lo señalado, esto es, la carencia de instituciones. La Unión Europea es un contraejemplo porque, si bien no exenta de dificultades, viene logrando objetivos no despreciables en materia económica especialmente. Justamente, el éxito de la UE radica en que dispone de instituciones: una moneda común, reglas de macroeconomía y lineamientos relativos a la movilidad de recursos productivos, entre otros mecanismos explícitos de funcionamiento. Otras iniciativas, como nuestro Norte Grande, no lograron imponerse y probablemente esta dificultad podría obedecer a que no se han definido y articulado sus instituciones. De allí que, al igual que la pregunta sobre el valor del PBI del Océano Pacífico, tampoco es de mucha ayuda el PBI del Norte Grande, porque, aún con rutinas de medición sencillas, en ausencia de un marco institucional, los valores no significarían nada. El Norte Grande necesita, por lo tanto, instituciones y, además de las que proporcionen los gobernadores, se requiere de la figura de un coordinador que tenga poder de analizar, con un mandato expreso, cuáles son las prioridades para el desarrollo de la región, y avance, con los aportes de las universidades y otros organismos de colaboración, con las prefactibilidades de las obras necesarias, de modo que se establezcan los montos requeridos para el comienzo de estas y sus posibles fuentes de financiamiento. El Norte Grande es una magnífica oportunidad que sería imperdonable volver a perder o que se "cajonee", como ha pasado, lamentablemente, con otras iniciativas valiosas pero inconclusas o abortadas.

 

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