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Una de las principales preocupaciones de las mujeres que se tiñen de rubio es que el color les dure lo máximo posible y, sobre todo, que se mantenga sin variaciones entre visita y visita a la peluquería. Es habitual que los rubios muy fríos tiendan a oxidarse y acaben amarilleando o que los más naturales y con diferentes tonos acaben perdiendo rápidamente los matices, así es que la pregunta más frecuente es: ¿cómo puedo conseguir que el rubio dure más y mejor? Preguntamos a varios expertos para que nos den las claves definitivas para conseguirlo y todos coinciden en que es fundamental utilizar productos específicos tras el tinte para lavar e hidratar el cabello. La razón es, como explica el estilista profesional y director del salón homónimo Pitu Sánchez, que “cuando aclaramos el cabello, ya sea para teñirlo o hacer mechas, vaciamos la fibra capilar de melanina, lo que provoca que se sensibilice y el cabello se vuelva más débil y seco. Por eso es necesario un cuidado específico que rellene la fibra y la nutra, con ingredientes como la queratina y los aceites vegetales”.
Alberto Sanguino, director de Educación de Llongueras, recomienda reducir la frecuencia de lavados, “esto evitará arrastrar el pigmento de color que se le ha aplicado al cabello en la peluquería, además de que se oxide” y lavar el cabello con agua tibia o fría para que el color se mantenga natural.
Utilizar adecuadamente planchas para el pelo y secadores también es clave, como recalca Lucía Amor, colorista avanzada de Aveda Madrid. Su uso, explica, siempre va a afectar al deterioro del color por lo que es fundamental utilizar productos como protectores térmicos para prevenir este efecto. Desde Llongueras recomiendan además utilizar herramientas que trabajen por debajo de los 200 grados ya que “este tipo de cabellos tiene la cutícula muy abierta y si utilizamos fuentes de calor muy agresivas el pelo se dañará y tenderá a partirse”.
Todos ellos coinciden en que lavar el cabello con champús específicos para pelos rubios tintados es fundamental. Dentro de este tipo de productos deberás buscar el que se adecue al tipo de color que has elegido, si tienes un color de rubio platino o si llevas un tono más natural.
Marcos Leonardo, director del salón Marcos Peluqueros, en Ponferrada, que realiza la coloración Balmain, la misma que tiene Natalia Vodianova, insiste en que “de nada sirve que te realicen la mejor técnica o servicio de color si en casa no se complementa con un tratamiento especial pautado por un profesional. Si no se acompaña de productos especiales, el tiempo y presupuesto invertidos habrán sido en vano”. Pero Marcos Leonardo además opina que para conseguir un rubio bonito es fundamental partir de un cabello sano y bien tratado, por lo que insiste mucho a sus clientas en la importancia de un buen mantenimiento en casa y, añade, “para que la coloración sea limpia, los retoques de raíz no deben superar el centímetro y medio”. En conclusión, una buena hidratación, antes y después del tinte, lavar el cabello con productos indicados para pelo rubio y no abusar de las herramientas térmicas son claves para conseguir un pelo rubio teñido bonito y duradero.
Los expertos recomiendan Iluminating White Pearl Shampoo de Balmain. Formulado con pigmentos violetas puros, su uso reaviva e ilumina los cabellos rubios, plateados y grises y ayuda a eliminar los tonos quemados y/o amarillos. Ilumina los rubios coloreados o con mechas. Es ideal porque además corrige las posibles alteraciones del color por presencia del sol.
También el Leave-in conditioner de la línea Nutriplenish de Aveda, un champú hidratante a base de ingredientes de origen natural entre los que se encuentran potentes superalimentos como el aceite de granada, el de coco o la manteca de mango.
Otra opción es el Daily Color Protect de la línea Color Conserve de Aveda, un tratamiento sin aclarado de uso diario con 93% de ingredientes de origen natural.
Por último, hay que tener en cuenta la mascarilla reparadora intensa de la línea Repair de Lazartigue. Está especialmente indicada para reparar los cabellos agredidos por tratamientos mecánicos o químicos (cambios de color, herramientas de calor, alisados) que necesitan reponer la queratina que compone la fibra capilar y evitar así que se vuelva áspera y quebradiza.