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El sueño de tener un patio de juegos totalmente cerrado es una verdadera necesidad para los chicos de la escuela N° 4.474 del paraje de Las Cuevas, distante a 120 kilómetros de la capital salteña y a unos 2.700 metros sobre el nivel del mar. Enclavada en medio de altas cumbres y en un paisaje de inconmensurable belleza natural el viento, cuando quiere, hacer sentir su presencia y se hace notar a cualquier hora del día.
Al establecimiento concurren 29 chicos en jornada completa. Algunos escolares son de por ahí cerca, como decir tienen dos a tres horas de caminata para llegar a la escuela. Desayunan y almuerzan en las aulas. No tienen muchos espacios cerrados, son apenas tres aulas para la enseñanza en plurigrados, que posibilita a los chicos de diferentes edades trabajar juntos en una misma aula para poder aprender todas las materias.
Desde que se hizo cargo de la dirección de la escuela la docente Gabriela del Pilar Aguirre, las iniciativas que ayudan brotaron como un manantial de esperanza. La comunidad, apegada al trabajo diario, entró rápidamente en sintonía con la directora, con el fin de sacar adelante la escuela y la comunidad. La fórmula es sencilla: trabajar juntos para mejorar la escuela donde se educan los niños de Las Cuevas.
"Una escuela rural es el motor fundamental de las comunidades alejadas en nuestra extensa geografía. Las Cuevas es un lugar maravilloso que debemos mostrar al resto de la sociedad. Trabajando todos juntos podemos mejorar la escuela, y cumplir otras metas como hacer que el turismo llegue a estos lugares", comentó la docente a El Tribuno.
Entusiasta y fiel a su estilo deportivo, Aguirre convenció a toda la comunidad, apegada a la cultura ancestral de estos parajes de la Puna, que una carrera de montaña puede atraer a propios y extraños con la finalidad de mostrar Las Cuevas y además comenzar con un proyecto educativo que hace mucha falta.
"Apenas soplan los vientos, los chicos deben ingresar al aula porque no pueden jugar. Ellos asisten en jornada completa, desde las 8 de la mañana a las 5 de la tarde y es muy complicado tenerlos juntos con los pocos espacios que tenemos. Como todas las tardes salgo a correr, se me ocurrió organizar una competencia de running por estos lindos lugares", explicó la directora.
Todos se entusiasmaron. Comenzaron a trabajar en el circuito, en los premios y en la difusión del evento. Con los fondos recaudados, se comenzará a construir el salón de juegos y haremos arreglos en los baños de los chicos. Además, los niños también participarán en un carrera más corta para incentivarlos en este tipo de deportes, aprovechando la extraordinaria geografía de Las Cuevas.
La comunidad y la escuela organizan el evento para el próximo 6 de noviembre. Los responsables ya demarcaron 3 circuitos: uno corto, de 6 kilómetros, otro de 12 para intermedios y para avezados uno de 21 kilómetros de extensión, con partida y llegada en la escuela.
Los corredores de la provincia ya se están inscribiendo porque consideran que es una muy buena carrera y además por la causa altruista que tiene. La escuelita de Las Cuevas en el año 2027 cumplirá 100 años, pero tiene muchas necesidades edilicias.
Por ello es que esta carrera será fundamental que tenga numerosos competidores solidarios, para cumplir con este sueño de la comunidad y los alumnos. Los interesados pueden inscribirse o solo colaborar llamando al 387-5736900.