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El legado político y en todos los ámbitos de la sociedad que Roberto Romero dejó a los salteños se reafirma cada 15 de febrero, cuando se recuerda su fallecimiento. A pesar de los 30 años que pasaron de la trágica partida del exgobernador, sus acciones, su visión de estadista y su ejemplo siguen vigentes. Es por eso que quienes participaron en el acto de conmemoración a su figura que se realizó ayer hablaron sobre el histórico dirigente como si aún estuviera presente.
Como todos los años, la ceremonia en homenaje a Roberto Romero se realizó frente a la estatua que lo representa en el Complejo Editorial de El Tribuno, que es uno de sus tantos legados. Familiares, amigos, funcionarios, legisladores y dirigentes de distintos sectores del arco político dijeron presente. Además estuvieron dirigentes barriales y trabajadores de este diario que honraron al líder que sembró muchos de los cimientos sobre los que la provincia se mantiene en la actualidad, como puede ser el desarrollo turístico, solo para nombrar uno.
Las máximas figuras de la provincia del ámbito gubernamental y legislativo estuvieron presentes ayer, como cada vez que se cumple un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de Romero. Participó el gobernador Gustavo Sáenz, la intendenta capitalina Bettina Romero, el senador nacional Juan Carlos Romero, los presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores de Salta, funcionarios provinciales y municipales, el rector de la UNSa, Víctor Claros y el director de diario El Tribuno, Sergio Romero, entre otras autoridades y allegados.
Reconocimiento
Antes del acto el gobernador Sáenz dijo que "Roberto Romero fue un hombre que siempre estuvo al lado de la gente. Lo recordamos con orgullo y hoy más que nunca, honramos su legado".
Sáenz destacó además la voluntad y capacidad de diálogo del exgobernador: "Tenía humildad y grandeza para sentar
Discursos
Uno de los oradores del acto fue el vicegobernador Antonio Marocco, quien destacó que Romero fue un político “imprescindible”. Al tiempo que agregó que “a Roberto Romero se lo podría sintetizarse en dos virtudes muy valiosas en su rol de gobernante: sensibilidad y visión”.
Marocco también resaltó tres hitos de la gestión de gobierno de Romero: la conformación de una Corte de Justicia plural e integrada por juristas que habían sido perseguidos en la dictadura militar, el espíritu de la reforma de la Constitución provincial “señera en el emponderamiento del Derecho” y el gesto de donar al patrimonio provincial la vivienda que compartió con su esposa, Vicenta Di Gangi, y que fue entregada (en agosto de 2020) tras su fallecimiento.
“Romero demostró que nuestra provincia no tenía techo para crecer, sí se trazaban objetivos claros y compartíamos sueños lo suficientemente grandes para transformar nuestra tierra en un lugar digno para los salteños”, dijo el vicegobernador.
Recuerdo
La intendenta Bettina Romero apeló a un recuerdo más íntimo de su abuelo. “Un hombre con una calidad humana incomparable, lleno de empatía, un salteño de pura cepa y el mejor abuelo que cualquier niña pueda pedir”, expresó.
“Llevó una vida intensa, exitosa y hermosa, llena de desafíos de momentos difíciles, pero en síntesis nos transmitió que, a pesar de todo, se podía”, dijo la mandataria.
Destacó los logros de su abuelo y lo describió como “un hombre sin odios, sin rencores, sin falsas promesas, sin necesidad de victimizarse”.
Con emoción, contó que en cada recorrida que realiza por la ciudad surge la figura de su abuelo. “Me emociona día a día en cada visita que hago en los barrios, siempre alguien me cuenta una anécdota, me muestra una foto, lo recuerda y eso nos permite tenerlo más cerca, nos ayuda a que siga vivo”, dijo.
“Un luchador”
Otro de los oradores de la ceremonia, el senador provincial Walter Wayar, brindó un sentido y encendido discurso de quien fue su impulsor y referente político. “Roberto Romero era un luchador y un soñador”, aseguró.
Y luego agregó: “Abrió los brazos hacia todos los sectores, pero sabía a quién representaba, sabía a dónde estaba el norte que marcaba su vida”.
En otro momento afirmó: “No es que lo sabía desde que lo eligieron gobernador, lo sabía, estoy seguro, desde que era niño en un hogar humilde y recorría esta Salta viendo la inequidad y desigualdad, viendo a unos pocos con mucho y a muchos sin nada y él estaba entre esos que tenían poco y por los que decidió cambiar la historia”.