La comunidad de Cerrillos honró ayer a la Virgen María, en el Día de la Inmaculada Concepción. A lo largo de la jornada hubo misas a las 8.30 en la parroquia San José, a las 10.30 en la vicaría Santa Teresita y a las 19 en la vicaría San Cayetano. Mientras que la ceremonia central fue programada para las 20.30 en la parroquia de la localidad, donde la feligresía se volcó de lleno a manifestar su devoción a la Madre de Cristo.
En la oportunidad, el sacerdote Pablo Romero presentó formalmente al Coro del Valle de Lerma, integrado por una veintena de vecinas y de vecino quienes interpretaron un repertorio dedicado a la Virgen y en el que también estuvo una fuerte presencia el espíritu navideño. Fue su primera actuación, generando críticas alegadoras a su desempeño.
“El coro le dio un marco distinto a la celebración de la liturgia. Fueron verdaderas expresiones de alabanza a través del arte, que motivan e integran. Nos fue muy grata la sorpresa”, contó Antonia, una vecina de la localidad.
Más información e Inscripciones: la responsable del Coro del Valle de Lerma, Sonia Romero, informó que las personas interesadas a sumarse a la propuesta pueden acercarse a la parroquia San José los miércoles, de 16 a 18.30.
Los coros parroquiales
Los cánticos en coro, según los especialistas, tienen el poder de influir positivamente en el cuerpo y el espíritu generando un “bienestar general, sincronizando además los corazones de las personas que cantan haciéndolos latir con un mismo tempo; y éste es un estado que se transmite al público”.
En el caso de los coros parroquiales, son grupos de personas que, a muchas veces con gran esfuerzo y dedicación, animan musicalmente las celebraciones religiosas. La música y el canto son esenciales en toda fiesta humana y también en la liturgia.
Constituyen una ayuda valiosa a la plegaria común, contribuyendo al decoro y belleza de la celebración. Pero van aún más allá de lo estético, ya que ayuda a los participan en la celebración a vivirla como una experiencia de encuentro con Cristo, por medio de todo lo que aporta el canto y la música, que entran a formar así parte del universo simbólico de la celebración.