El malestar y la preocupación de los padres en relación con el plan de recuperación de contenidos implementado después del paro de seis semanas en las escuelas públicas de Salta (del 4 de mayo al 9 o incluso 12 o 13 junio) se hizo sentir en los últimos días. Muchos expresaron su descontento debido a la percepción de que el plan de recuperación propuesto por la o el docente es "insuficiente, superficial y no garantiza un aprendizaje profundo".
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El malestar y la preocupación de los padres en relación con el plan de recuperación de contenidos implementado después del paro de seis semanas en las escuelas públicas de Salta (del 4 de mayo al 9 o incluso 12 o 13 junio) se hizo sentir en los últimos días. Muchos expresaron su descontento debido a la percepción de que el plan de recuperación propuesto por la o el docente es "insuficiente, superficial y no garantiza un aprendizaje profundo".
Fany Luna es una de las madres preocupadas que manifestó su descontento y preocupación por la calidad de la educación que reciben sus hijos en el sistema educativo público. La mujer compartió con El Tribuno su frustración con el enfoque asincrónico del plan, calificándolo de "sencillito, básico, mínimo". Según ella, esta falta de complejidad plantea dudas sobre la efectividad del proceso de aprendizaje. "¿Cómo puede ser que el aprendizaje sea tan básico y mínimo?", cuestionó.
Además, la madre destacó su percepción de que el proceso de evaluación también es deficiente. Según Luna, se trata de un paso meramente formal y burocrático, donde se espera que los estudiantes aprueben sin una evaluación rigurosa. "Simplemente te dan una cartilla de Matemática y Lengua de nueve páginas para completar y eso es todo. Parece un trámite, no un plan de recuperación profundo", afirmó.
La preocupación de Luna no se limita solo al plan de recuperación de los contenidos, sino que también abarca el impacto de la pandemia en la educación de sus hijos que están en el primer ciclo, en el cual deben aprender a leer y escribir. Con el tema de las clases virtuales y en burbujas, la mamá considera que sus hijos no han aprendido lo suficiente y que se enfrentan a otro desfase educativo con el plan de recuperación actual.
Después de las casi seis semanas de paro que hicieron las maestras de sus dos hijos, una madre de una escuela de zona sur recibió para fotocopiar una cartilla de apenas nueve hojas, con ejercicios sencillos de Matemática y Lengua, y para desarrollar en la casa, como plan de recuperación de los contenidos perdidos. Para la mujer, es una verdadera burla.
Para abordar estas preocupaciones, Fany Luna está invirtiendo en maestros particulares para sus hijos desde el año pasado. Aunque esto resultó en calificaciones sobresalientes para sus hijos, también representa un gran sacrificio económico para ella. Luna atribuye esta decisión a la falta de compromiso y vocación de algunos maestros en el sistema educativo público.
Gerónimo Romani, padre de una niña de primer grado, comentó que la maestra decidió asignar tareas adicionales a los estudiantes como una forma de recuperación. En lugar de cubrir un solo tema programado para un día determinado, la maestra enseñará dos temas y enviará una tarea adicional para que los padres apoyen el proceso de recuperación en casa. Es decir, se dedicará menos tiempo a un tema con el propósito de avanzar.
Aunque reconoce la comodidad del enfoque actual, expresó su preocupación por la falta de una recuperación adecuada de clases. Cree en la posibilidad de recuperar los días perdidos, incluso a través de clases adicionales los sábados, pero no se animó a plantearlo en la última reunión de padres, dado que la atención se desvió hacia otros temas, como la educación inclusiva y la integración, en lugar de abordar directamente las preocupaciones sobre la recuperación concreta de contenidos.
Por su parte, Pablo Pérez, padre de tres niños, dos de los cuales tuvieron clases durante el paro, destacó la importancia de que los niños más pequeños puedan aprender de manera más rápida y eficiente, subrayando la necesidad de recuperar el tiempo perdido. En el caso de su nena, que va al nivel inicial, la maestra siguió adelante y hasta ahora no habló de ningún plan de recuperación. "No se trata solo de jugar y dibujar en el jardín de infantes, sino que los niños deben adquirir habilidades fundamentales para la lectoescritura, el reconocimiento de colores y la comprensión de los números del 1 al 10", planteó.
Cada plan queda a criterio de las escuelas
La secretaria de Gestión Educativa de Salta, Adriana Saravia, había manifestado que con la nueva resolución 163 (la cual derogó a la 159), la recuperación de contenidos no implica la obligación de devolver horas no trabajadas en sábados ni feriados. Se seguirán los parámetros de recuperación del año pasado, pero con nuevas orientaciones. Cada docente y comunidad educativa elaborará su propio plan de recuperación, pudiendo utilizar recursos presenciales, cartillas y herramientas tecnológicas, según detalló.
Entonces, Saravia destacó la libertad de cada unidad educativa para decidir sobre horas extra. Los docentes deberán enfocarse en los saberes prioritarios de cada año y nivel, siguiendo las orientaciones establecidas en las resoluciones de planeamiento educativo y desarrollo profesional docente.
"Si los docentes deciden acordar horas extra, podrán hacerlo según su criterio", indicó. En esta instancia los docentes deberán reajustar contenidos y enfocarse en los saberes prioritarios de cada año y nivel.