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La toponimia o el nombre de lugares, o de cosas que se encuentran en determinado sitio, que pueden ser naturales o generadas por los humanos en forma directa o indirecta.
Desde ProYungas hemos generado diversas toponimias, o nombrado espacios, ambientes, o simplemente hemos contribuido a la publicitación de otros. Yungas, Reserva de Biosfera de las Yungas, Selva Pedemontana, Reserva El Nogalar de Los Toldos, Parque Provincial Pintascayo, Paisaje Productivo Protegido, y si son varios, Paisaje Colectivo de Conservación, Paisaje Protegido Fluvial, Área de Gestión Compartida, entre otros. También posicionamos otros como Bañado La Estrella, Caminos del Capricornio.
La toponimia nos puede dar pautas o circunstancias de la historia o de la vocación de un lugar (Pucará de Tilcara, Quebraleña, Paso de la Patria), alertarnos sobre un riesgo (Mal Paso, Quebrada Honda), circunstancias (Monte Quemado, Gómez Cue). También nos pueden indicar situaciones del pasado que ya no existen, por ejemplo, Pampa de los Guanacos o Pampa del Infierno, en el primero ya no hay más pampa o pastizal ni guanacos y en el segundo sólo queda el Infierno de sus veranos tórridos y secos.
Pero también le ponemos nombre a construcciones, puentes, edificios, aeropuertos, rutas, gasoductos, aunque en general muchos de esos sitios los conocemos (y nombramos) más por el nombre de pila o popular, que por el nombre oficial. Sin embargo, no perdemos la oportunidad de bautizar con nombres que muchas veces se asocian con nuestras filiaciones o vocaciones políticas.
Hay nombres de lugares que parecieran condicionar su éxito o no, nadie hubiera pensado que un sitio llamado "Venado Tuerto" podría ser en el futuro (como lo es) una ciudad pujante del sur santafecino, o un lugar llamado "Vaca Muerta" podría ser la base energética del futuro de nuestro país.
Los nombres de políticos contemporáneos tienen el riesgo de ser efímeros, y serán cambiados muchas veces cuando el poder esté en manos de otros. Es el caso del Centro Cultural Kirchner o del Gasoducto Néstor Kirchner, entre otros. Condenados a su sustitución en el corto plazo. Los nombres y sus reemplazos están cargados de simbología política, sirven para el momento, pero difícilmente perduren.
Ahora e independientemente de las razones y contexto político, la reciente denominación del "Gasoducto Perito Francisco P. Moreno" al tendido que proviene de Vaca Muerta merece su atención. Porque el Perito Moreno además de haber sido un personaje clave en resolver nuestras contiendas limítrofes con Chile, es el "padre" de los Parques Nacionales, de la conservación de la naturaleza en nuestro país. Es decir que a través de su nombre estamos reuniendo el futuro energético de la Argentina, con el futuro de la conservación de la naturaleza. Dos mundos aparentemente antagónicos que confluyen en un mensaje claro y trascendente. Lo ambiental es tan estratégico como la energía, porque ambos posibilitan el desarrollo de nuestro país