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Hoy voy a tratar un tema vinculado a una persona cercana a la que guardaré en el anonimato pero que llamaré "José", así entre comillas. "José" ha sido convocado por la política, porque la política no es mala como muchos la catalogan, los malos son los políticos quienes al practicarla la desprestigian y bastardean y sobre ello, creo contar con una opinión unánime. Creo que "José" cumplirá un rol muy protagónico y efectivo, si es elegido para este cargo por el cual deberá llevar a cabo una función muy significativa para el futuro de la ciudadanía de su lugar. Hasta recuerdo sus palabras, cuando conversamos del tema y le consulté respecto de su candidatura: "trataremos de aportar si se presenta la ocasión, tal vez un pequeño grano de arena, pero tratando de cambiar nuestro destino".
No obstante esa manifiesta actitud, oportunamente ha sufrido la cachetada de la difamación, pergeñada con malas artes por delincuentes de guante blanco. Pero como la verdad a la postre siempre triunfa saliendo a la luz, en esta oportunidad, ha vuelto a demostrar una vez más quien fue el culpable y quien era el inocente. Él nunca bajó los brazos y siempre mantuvo su frente en alto, en una clara actitud de inocencia, porque quien nada ha hecho, nada teme.
Pues bien, nuestro "Jose" se encuentra ahora solicitando el aval de la ciudadanía para el cumplimiento de la función para la cual se postula como candidato.
De lograrlo, no tengan dudas de que por sobre banderías políticas y militancia, prevalecerá el firme convencimiento de convalidar lo que crea correcto y beneficioso para la ciudadanía y rechazar lo que no lo considere así. Esa ha sido la actitud de toda su vida, lo que refrenda ahora camino a los mejores años de su existencia, loa de la experiencia bien ganada.
La actitud está estrechamente vinculada en este caso con la autenticidad y la nobleza y esos valores, en cualquier lugar, son suficiente garantía. La gente de bien, como "José" debe tener la oportunidad de demostrar que puede hacerse política desde la honestidad, la probidad, el buen criterio y el sentido común y que no todo es corrupción.