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29 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Pagaron el rescate por un secuestro extorsivo y la víctima aún no aparece

En Concepción del Uruguay procesaron con prisión preventiva a dos hombres por el hecho que tuvo como víctima a un empresario del que aún se desconoce su paradero.
Sabado, 17 de agosto de 2024 02:21
La casa donde estuvo cautivo el empresario secuestrado.
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El juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, procesó con prisión preventiva a dos hombres, uno de ellos abogado, por el secuestro extorsivo de un empresario del que aún se desconoce el paradero. Además, ordenó trabar un embargo sobre sus bienes por las sumas de cinco y diez millones de pesos para cada uno de ellos.

Ambos están imputados en calidad de coautores del delito de secuestro extorsivo agravado por el cobro del rescate y por la participación de más de tres personas.

Ambos están acusados de haber intervenido, junto a un hombre que se encuentra prófugo y otras dos personas más, en la sustracción, retención y ocultamiento de un empresario entrerriano para obtener rescate a cambio de su liberación. Si bien el propósito fue concretado, aún se desconoce el paradero de la víctima.

A su vez, el empresario secuestrado estaba siendo investigado en el marco de otra causa de lavado de dinero proveniente del narcotráfico a cargo de la fiscalía de Minatta.

De la investigación encabezada por el MPF, participan detectives del Departamento Antisecuestros Sur de la Policía Federal Argentina (PFA).

Según la acusación, el hecho delictivo tuvo lugar el pasado 8 de julio pasado, al mediodía, cuando uno de los imputados, a instancias de los otros, citó a una reunión al empresario en cercanías de un hotel de la zona porteña del Abasto haciéndole creer que se encontraría con una persona que lo ayudaría a solucionar un conflicto que tenía por un depósito fiscal en el puerto de la ciudad de Concepción del Uruguay.

Al llegar al lugar, el empresario se encontró con uno de los procesados y juntos abordaron un automóvil marca Gol y se dirigieron hasta un domicilio ubicado en la localidad bonaerense de Benavídez, donde arribaron alrededor de las 15. Toda la secuencia fue monitoreada por el abogado que se encontraba abordo de un vehículo marca Audi Q3 de su propiedad.

Allí, los captores, con ayuda de dos personas más aún no identificadas, lo privaron de su libertad, lo golpearon e interrogaron y luego solicitaron como rescate cobrar una suma de dinero en dólares.

De esta manera, obligaron al empresario a llamar por teléfono a una persona de confianza a fin de que retire dinero de una galería comercial ubicada en el barrio porteño de Caballito, para entregar a sus captores.

Según la investigación, uno de los hombres procesados habría sido el encargado de recibir dicho dinero en una estación de servicio Shell, ubicada en avenida Cabildo 4701, en el barrio porteño de Núñez, entre las 21.30 y 21.47 ese mismo 8 de julio, acompañado de uno de los imputados que aún se encuentra prófugo.

En esa estación de servicio, la persona de confianza del empresario le entregó el sobre con dinero a uno de los imputados, quien a su vez le pasó el dinero a otra persona que aguardaba en un automóvil Volkswagen Gol, y se retiró caminando hacia una parada de colectivos.

Pese a haberse concretado ese pago, el abogado intentó conseguir más dinero y envió otros tres mensajes extorsivos a un familiar de la víctima. Pero luego, los captores dejaron de comunicarse con la familia y el paradero del empresario aún se desconoce.

La investigación ya individualizó a gran parte de los que actuaron y los lugares donde habría estado en calidad de secuestrado la víctima de la maniobra extorsiva que tiene sesgo de venganza.

Abogado lo entregó

El juez Seró consideró que, tal como surge de la investigación, el mecanismo a través del cual se produjo la sustracción del empresario "fue a través de un engaño" llevado adelante por uno de los procesados, "quien falsamente le hizo creer a la víctima que llevarían adelante una reunión con la finalidad de recuperar el manejo del depósito fiscal del puerto de esta ciudad". Sin embargo, esto se trató de una puesta en escena desplegada por uno de los procesados para lograr que el empresario se presentara voluntariamente al encuentro y poder llevar adelante su secuestro. Fuentes señalaron que los secuestradores exigieron 500.000 dólares por la liberación del empresario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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