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El incesante tráfico de cocaína por la frontera norte no tiene solución de continuidad. En las últimas horas en dos lugares cercanos entre sí bandas de narcotraficantes abandonaron sin más razón doscientos kilos de cocaína de máxima pureza, abriendo interrogantes insondables en las fuerzas de seguridad y entre los propios ciudadanos que no entienden cómo los narcotraficantes se deshacen de 95 kilos de cocaína arrojándolos a las calles de una otrora y próspera ciudad petrolera como lo es Aguaray, distante a sólo de 30 km de otra localidad fronteriza, Salvador Mazza, donde otra banda de narcotraficantes abandonó horas antes 105 kilos de cocaína en sendas montuosas de pasos ilegales.
En Aguaray, sobre calle 9 de Julio desde tres automóviles una banda de narcotraficantes se deshizo de 88 bidones que contenían en su interior un total de 95 kilos de cocaína, ante la mirada atenta del vecindario, que dio aviso al 911 que estaban pavimentando las calles de blanco.
Tras el alerta vecinal, la Policía de Salta realizó un importante procedimiento con personal de Drogas Peligrosas en barrio Belgrano de Aguaray, donde decomisó más de 95 kg de cocaína desde la vía pública sin detener a ninguna persona. El operativo se originó por alerta de vecinos quienes denunciaron el blanqueo de la avenida 9 de Julio con cocaína. Efectivos de la Comisaría 5 realizaron las tareas del rigor, en presencia de testigos.
Se pudrió todo
Los sujetos se deshicieron de 88 bidones de químicos agrícolas vacíos a la 23.50 del martes y la policía llegó ya en los primeros minutos del miércoles. La cocaína estaba oculta en bidones y lista para una gran travesía, que se vio frustrada quizá por la caída horas antes de otro cargamento mayor que ingresó por Salvador Mazza hacia la ciudad de Aguaray. En los bidones había 95 kilos y en el otro secuestro anterior 105 kilos.