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Mientras se realizaba la ablación de órganos de David Corimayo en el Hospital San Bernardo, su familia rompió el silencio y expresó con profundo dolor e indignación su reclamo de justicia. El kinesiólogo de Cachi falleció tras ser víctima de una brutal golpiza en una pelea en patota, y su hermano apuntó además contra el sistema de salud por el fallido traslado desde los Valles Calchaquíes hasta la capital salteña.
“Lo mataron, lo mataron, y yo pido justicia”, dijo Fernando Corimayo, hermano de la víctima. “Justicia por la aberrante manera en que fue atacado, y también por todo lo que vino después. Mi hermano no merecía morir así”, agregó conmovido.
La familia denuncia que la ambulancia que lo trasladó presentaba graves deficiencias técnicas. “La ambulancia estaba deplorable. El tubo de oxígeno perdía gas porque la llave estaba rota, y los succionadores chorreaban agua”, contó Fernando. Pero lo más grave ocurrió cuando David sufrió un paro a unos 10 kilómetros de Cachi: “No tenían desfibrilador. Un vehículo particular tuvo que ir a buscarlo. Eso no puede pasar”.
Recién en El Carril, David fue derivado a una ambulancia del SAMEC: “Ahí se notaba todo el avance de la tecnología. ¿Por qué en el Valle no podemos tener eso? Somos un montón de habitantes. También merecemos vivir”, reclamó su hermano.
Por el ataque ya hay una persona detenida, aunque la familia sostiene que hubo más involucrados. “No tengo todos los datos porque pasé el fin de semana en el hospital, pero nos dijeron que hay un detenido. Queremos que se investigue a fondo y se haga justicia”, insistió.
En medio del dolor, la familia tomó la decisión de donar los órganos de David. “Eso nos fortalece un poco. Él siempre ayudó a los demás desde su lugar en la salud, y ahora seguirá haciéndolo. Fue un héroe en vida y ahora es un ángel”, expresó Fernando.