inicia sesión o regístrate.
Los municipios de Salta atraviesan un momento difícil, atrapados entre el ajuste nacional, la caída de la coparticipación y el peso creciente de los compromisos salariales y sociales. Con las arcas vacías por el último aguinaldo –para lo cual la mayoría debieron endeudarse a cuenta de futuras remesas coparticipables–, las comunas enfrentan ahora una nueva paritaria con fuerte tensión entre las partes y un aumento en los aportes patronales a la obra social provincial (IPS), que amenaza con desbordar aún más sus presupuestos.
"Estamos agobiados por múltiples frentes", reconoció Marcelo Moisés, intendente de Apolinario Saravia y presidente del Foro de Intendentes, en diálogo con Radio Salta. "La baja en la coparticipación nos pega directamente, pero también tenemos que hacernos cargo del incremento de aportes al IPS, que pasó a fijar un piso de $121.000 por trabajador. De eso, el empleado paga aproximadamente $50.000 y el resto lo cubrimos los municipios", explicó.
El problema no es menor: en muchos municipios del interior, donde los sueldos rondan entre $400.000 y $500.000, el descuento representa cerca del 10% del salario. "No decimos que está mal. Cualquier obra social o prepaga cobra mucho más por grupo familiar. Pero esta es una obra social provincial, solidaria, y debe cuidarse entre todos los salteños", remarcó Moisés.
Para afrontar la diferencia de aportes al IPS, el Foro de Intendentes acordó con la Provincia el uso del denominado fondo compensador, un recurso reservado para emergencias financieras. "De nuestra coparticipación, el 1,5% alimenta este fondo. Lo vamos a usar hasta diciembre, porque no hay otra opción", aseguró el jefe comunal. "Este fondo se creó para esto, para situaciones extraordinarias, y estamos en una", añadió.
"Nosotros tenemos un 15% de coparticipación, un 13,5% de forma directa y el 1,5% se forma este fondo compensador que se destina para atender a este tipo de situaciones" dijo Moisés
La preocupación, sin embargo, va más allá del presente. "Si la economía nacional no se reactiva, no hay fondo que nos alcance. La coparticipación depende del consumo, del IVA, de Ganancias, y si eso no se mueve, los ingresos seguirán cayendo", advirtió Moisés, marcando la raíz estructural del problema.
Los municipios salteños vienen soportando una caída sostenida en sus ingresos desde principios de año. Y aunque la Provincia buscó contener parte del impacto, el margen se achica cada mes. "Nos preocupa mucho lo que viene. No hay forma de proyectar si no se estabiliza la economía del país. Todo depende del nivel de actividad, de que haya ventas, de que la gente pueda comprar", señaló.
La presión salarial, los aumentos en los costos sociales, la merma en los ingresos y la falta de obra pública mantienen a los municipios en un estado de vulnerabilidad que se profundiza con el paso de los meses.
Tampoco hay planes de retiros voluntarios, al menos no de manera coordinada. "Posiblemente algún municipio evalúe algo de forma aislada, pero en líneas generales no hay programas de retiro. El ajuste se está haciendo donde se puede, pero hay cosas básicas que no se pueden tocar, como el combustible para los servicios, o el alumbrado público", indicó Moisés.
La obra pública, motor de empleo y dinamismo en los pueblos, también sufrió un freno drástico. "Con fondos municipales está casi paralizada. Solo se sostienen algunas obras con fondos provinciales, pero a un ritmo mucho menor al de años anteriores. Y las nacionales desaparecieron", lamentó.
"El esfuerzo es constante, pero necesitamos que la economía nacional se mueva. Si no hay ventas, si no hay IVA, no hay coparticipación. Y sin eso, no podemos funcionar", resumió
La opción de emergencia económica
La situación ya llevó a algunos municipios, como Aguaray, a declarar la emergencia económica y adoptar medidas extraordinarias. "Hay localidades más comprometidas que otras, sobre todo aquellas donde el municipio es el principal empleador. Muchas no tienen otra actividad económica fuerte", advirtió Moisés.
"En esos casos, todo depende directa o indirectamente de las finanzas municipales. Por eso, el menor recorte se siente el doble", agregó.
En este contexto, los intendentes acordaron no incrementar la planta de personal y aplicar ajustes en cada administración.