Me dirijo al Sr. Gobernador y al ministerio de Salud: Les pido ¡basta de fotitos haciendo propaganda política con ambulancias y hospitales!
Estamos en un desastre sanitario, y no es culpa del personal, médicos y enfermeras, sino de ustedes. Lo viví en persona buscando atención médica para mi papá; lo vivieron amigos, vecinos, y lo veo en las redes sociales. Mientras las personas se mueren en sus casas, mientras el personal sanitario deja hasta su propia salud, ¿dónde están los protocolos? ¿dónde están los recursos? ¿dónde están los insumos? ¿dónde está la capacitación del personal? El domingo 30/8 realicé más de cinco llamadas al 911, sin repuestas, decidí trasladar por mis propios medios a mi papá, hasta el Hospital Militar (designado por el PAMI), allí recibió atención médica, su diagnóstico fue: Cuadro Hipertensivo, lo estabilizaron y lo enviaron a la casa. Al pasar las horas desmejoró. El lunes volví a llamar al 911, ellos me comunicaron con el Samec, sin respuestas concretas; solo me decían que tenía que llamar al PAMI, cuando llamo a Emergencias Salta (prestadora de servicios de Pami), el médico llega hasta la puerta de casa, refiere que no puede entrar, porque no cuentan con los elementos de protección, ni la ambulancia preparada para brindarle oxígeno a un paciente con saturación baja. Un pobre médico de más de 60 años, con un barbijo “hechizo”, sin una máscara facial, y trabajando con una ambulancia preparada tal vez con una gasa más que mi auto. Por mi parte seguí insistiendo; hasta el propio médico de Emergencia Salta habló con el Samec, pero le colgaron la llamada. Mi papá cada vez peor, todos jugando con nuestra salud, el 911 no, el Samec no, el PAMI no, Emergencias Salta no, los Hospitales Públicos no, entonces, ¿Quién nos atiende? Después de horas y horas de llamadas, gracias a muchas personas logramos su traslado y atención. Por eso agradezco a la jefa de guardia del Samec, Dra. Ana María Castillo, a la Dra. Roxana Guantay, del Hospital Militar, y a la Dra. Noemí Filomarino del Hospital del Milagro, gracias a quienes mi papá recibió atención médica. Mi padre aún se encuentra peleando por su vida con respiración mecánica. Las personas están muriendo de COVID, de cáncer, de falta de diálisis, etc. Para evitar eso debimos habernos preparado durante estos meses.