Las cimas más altas del mundo siempre han generado el sentido del desafío y de la aventura, tomando siempre con responsabilidad cada paso que se da. En Mendoza se encuentra el llamado "techo de América", la cima del Aconcagua ubicada a 6.692 metros sobre el nivel del mar (msnm) que despierta en los montañistas el deseo de embarcarse hacia esa cúspide que solo tiene al cielo por límite.
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Las cimas más altas del mundo siempre han generado el sentido del desafío y de la aventura, tomando siempre con responsabilidad cada paso que se da. En Mendoza se encuentra el llamado "techo de América", la cima del Aconcagua ubicada a 6.692 metros sobre el nivel del mar (msnm) que despierta en los montañistas el deseo de embarcarse hacia esa cúspide que solo tiene al cielo por límite.
Recientemente, un grupo compuesto por salteños y cordobeses llegó a la cima del Aconcagua cumpliendo un objetivo perseguido por meses y que necesitó de mucha preparación.
Los salteños Christian Vitry (58) y Federico Sánchez (27), junto a los cordobeses Adrián Gandino (50) y Gerardo Casaldi (43) del Club de Montaña Champaquí, hicieron cumbre en el "techo de América" el pasado 4 de febrero al mediodía.
El reto deportivo planificado inicialmente fue hacer una travesía rodeando toda la montaña en un recorrido de más de 100 kilómetros que se conoce como 360°, sin embargo, hubo derrumbes que inhabilitaron el acceso por Punta de Vacas, por lo que los expedicionarios debieron ingresar por la popular ruta de Puente del Inca – Horcones – Plaza de Mulas – Nido de Cóndores.
Los montañistas, después del normal proceso de aclimatación, partieron la madrugada del 4 de febrero desde el campamento de Nido de Cóndores (5.550 m) para llegar a la cima de América (6.962 m) luego de nueve horas de ascenso.
Para el profesor y arqueólogo Christian Vitry, de reconocida trayectoria en el montañismo, fue su tercera vez en la cumbre mayor de nuestro continente, habiendo sido su primer ascenso hace 39 años, mientras que para Federico Sánchez, que ya ha escalado varias de las mayores cumbres de los Andes, fue su primera vez en el punto más alto del Aconcagua.
Por su parte para Gerardo Casaldi fue la primera vez mientras que Adrián Gandino regresó por segunda vez luego de 27 años.
Sea la primera vez, la segunda o la tercera, llegar a la cima del Aconcagua genera la satisfacción de haber cumplido un objetivo y de estar en comunión con una historia milenaria.