Sí, verlo ahí, corriendo y moviéndose a la par, sin restricciones junto a sus compañeros. Con el profesionalismo que todos resaltan y también con una sonrisa cuando es momento de distenderse. Un alivio para todo Boca. Desde Juan Román Riquelme, pasando por el cuerpo técnico y los jugadores, hasta los hinchas, por supuesto. Es Edinson Cavani regulando la cuerda de su arco, lustrando la empuñadura, listo para volver a los flechazos. En la semifinal de la Copa de la Liga del próximo martes ante Estudiantes de La Plata en Córdoba.
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Sí, verlo ahí, corriendo y moviéndose a la par, sin restricciones junto a sus compañeros. Con el profesionalismo que todos resaltan y también con una sonrisa cuando es momento de distenderse. Un alivio para todo Boca. Desde Juan Román Riquelme, pasando por el cuerpo técnico y los jugadores, hasta los hinchas, por supuesto. Es Edinson Cavani regulando la cuerda de su arco, lustrando la empuñadura, listo para volver a los flechazos. En la semifinal de la Copa de la Liga del próximo martes ante Estudiantes de La Plata en Córdoba.
El Matador terminó tocado en el superclásico, por los cuartos de final. Por eso dejó el campo de juego a unos minutos del final, luego de haber convertido su noveno gol en nueve partidos y hacer cartón lleno en los clásicos con festejos ante Racing, San Lorenzo y River. Un golpe y un calambre habían sido la causa. Y por eso durante la semana se entrenó de forma diferenciada y Diego Martínez ni siquiera lo llevó a Brasil. Para que se recupere y para tenerlo a disposición para el partido que consideraron más importante en Boca.
Así, Cavani se entrenó el jueves mientras sus compañeros estaban en Fortaleza, tuvo el libre libre el viernes al igual que todos y ayer se puso a disposición del cuerpo técnico, incluso haciendo fútbol con algunos jugadores. Lo cual le permitirá a Martínez no solo tener a su jugador más decisivo de los últimos encuentros, sino le dará la posibilidad de armar su 11 ideal para la semifinal.