Partidos opositores de Malasia han pedido a la Comisión Anticorrupción que averige de dónde salió el dinero para costear la boda del hijo mayor del jefe del Gobierno del estado de Malaca, Mohd Ali Rustam, que contó con 130.000 invitados, según informó ayer con grandes titulares la prensa local.
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Partidos opositores de Malasia han pedido a la Comisión Anticorrupción que averige de dónde salió el dinero para costear la boda del hijo mayor del jefe del Gobierno del estado de Malaca, Mohd Ali Rustam, que contó con 130.000 invitados, según informó ayer con grandes titulares la prensa local.
La solicitud, tramitada el jueves, fue iniciativa del Partido de la Justicia del Pueblo (PKR), el Partido Pan-
islámico de Malasia (PAS) y el Partido de Acción Democrática (DAP).
Sin ponerse colorado, el político cuestionado dijo que todo es un malentendido.
“Probablemente están sorprendidos de mi popularidad y tratan de sacar de lugar el gasto de la boda con la intención de obtener beneficios políticos”, dijo Mohd Ali, según el diario “The Star”.
El político, miembro del principal partido de la coalición que gobierna Malasia, señaló que trató de una ceremonia “tradicional” celebrada el 30 de septiembre.
Cuando los periodistas le preguntaron acerca del costo de la comida, el hombre dijo que la comida costó unos 600.000 ringit (196.472 dólares ó uno 151.016 euros).
“Estas cifras están muy debajo de la barbaridad de los 4,3 millones de dólares (3,3 millones de euros) que ha calculado la oposición”, expresó.
Muy suelto de cuerpo, el jefe de Gobierno de Malaca precisó más adelante en la entrevista que junto a su familia habían “invitado a unas 96.000 personas al enlace de su hijo Ridhwan Ali, de 26 años, con Nur Azieha Mohd Ali, de la misma edad, pero que acudieron un poco más de las previstas”, dando a entender que a la celebración habrían llegado algunos “pocos colados”.
“Yo mismo no esperaba tanta gente. Estoy seguro de que semejante convocatoria les ha dado envidia a los líderes de la oposición”, manifestó Mohd Ali.
Y añadió que todos los gastos los pagó de su bolsillo, pero claro, sin explicar de dónde había obtenido los fondos, ni si los mismos estaban declarados ante el fisco malayo.
Para hacer una sola comparación, que para muestra basta un botón, se puede señalar que la boda del príncipe Guillermo y Catalina Middleton, realizada en la Abadía de Westminster de Londres, el año pasado, contó con 1.900 invitados.
Es decir que Ali se dio el lujo de invitar 50 veces más gente que la reina de Inglaterra para la boda de su nieto predilecto y a quien todos señalan como su sucesor, dada la enemistad manifesta de la soberana con la actual esposa de su hijo, Carlos.
Volviendo al tema de la fiesta en Malasia, cabe señalar que no es imaginable tampoco un lugar que pueda contener a 130.000 personas invitadas a una cena, almuerzo o lo que fuere.
Sí hay que reconocerle a Ali que si esa fue la cantidad de gente que concurrió, los gastos en comida fueron un tanto conservadores, un poco menos de dos dólares por persona. Un verdadera bicoca.