El pasado 6 de noviembre, además de elegir presidente de EEUU, los ciudadanos de Los Ángeles votaron ponerle condón a la industria porno, una medida cuyo alcance legal y económico va mucho más allá de evitar el contagio de enfermedades en los rodajes triple equis.
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El pasado 6 de noviembre, además de elegir presidente de EEUU, los ciudadanos de Los Ángeles votaron ponerle condón a la industria porno, una medida cuyo alcance legal y económico va mucho más allá de evitar el contagio de enfermedades en los rodajes triple equis.
Las empresas productoras sostienen que en caso de no poder evitarlo tendrán que radicarse en otros condados o incluso trasladarse a países periféricos. “A nuestros clientes no les interesa ver a los actores teniendo sexo con preservativos”, dijo Marci Hirsch, vicepresidenta de producción y ventas internacionales de Vivid Entertainment, uno de los principales estudios de cine porno en todo el mundo, con sede en Los Ángeles.
Una industria que maneja millones de dólares
Los organismos californianos, tanto públicos como privados no llevan contabilidad de las operaciones de estas compañías, pero se estima que cada año ingresan entre 1.000 y 2.000 millones de dólares por este concepto y emplean hasta 20.000 personas anualmente entre actores y técnicos, lo que lo convierte en uno de los motores económicos más importantes de California y una abundante fuente de ingresos para las arcas públicas, aunque los políticos miren para otro lado y no quieran hablar del tema. “Somos una industria tabú. Se trata de sexo y a la gente le da vergüenza”, declaró Diane Duke, representante de la Coalisión por la Libre Expresión (FSC, su sigla en inglés).
La Coalición aclaró que la industria del porno somete a sus intérpretes a pruebas sanitarias quincenales cuyos estándares son mayores que los que se aplican en sectores como el alimentario o el farmacéutico, señalando además, que entre 2008 y 2011, de los más de 6.400 casos de contagio de sida en el condado de Los Ángeles, solo dos correspondieron a actores de esta industria.
Los productores sostienen que si finalmente se aplica la “propuesta B”, tal como se la conoce, es probable que aumenten las filmaciones clandestinas, lo cual sería aún más grave”, dicen los conocedores del paño. De todos modos están estudiando la posibilidad de pedir la incostitucionalidad de la medida. "Los actores son gente adulta que toman decisiones responsables cuando entran a un set", dijo Duke.
Las voces a favor de la Propuesta B
La llamada “Ley para un sexo más seguro en el sector del cine para adultos”, requiere una regulación sanitaria más estricta para las producciones pornográficas y obligará so pena de multa a que los actores usen preservativos.
Pese a que la iniciativa tendría efecto solo en Los Ángeles, su impacto puede afectar, en el futuro, al negocio del cine X en todo el país.
El Valle de San Fernando es también conocido como ‘La capital mundial del porno‘, se estima que un 90% de los filmes de sexo explícito que se distribuyen legalmente en EE UU se realizan en esa zona, que abarca seis municipios del área metropolitana de Los Ángeles.
No en vano, el Valle de San Fernando es también conocido como ‘La capital mundial del porno‘.
Los impulsores de la medida, incluyendo la AIDS Healthcare Foundation (AHF), avalaron su propuesta con más de 370.000 firmas y tienen el apoyo de algunos intérpretes del sector infectados por el VIH en el pasado y de varias asociaciones médicas.