Un mensaje pacificador. Benedicto XVI pidió ayer el cese del derramamiento de sangre en Siria y ha apelado al diálogo para conseguir una “solución política del conflicto” en su tradicional mensaje de Navidad pronunciado desde la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
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Un mensaje pacificador. Benedicto XVI pidió ayer el cese del derramamiento de sangre en Siria y ha apelado al diálogo para conseguir una “solución política del conflicto” en su tradicional mensaje de Navidad pronunciado desde la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
Como cada Navidad, el Papa se dirigió a los cientos de fieles que lo esperaban desde primeras horas de la mañana en la Plaza de San Pedro, y a los millones de católicos que desde todos los rincones del mundo aguardan el mensaje natalicio del Pontífice. “Que la paz germine en la tierra donde ha nacido el Redentor, y dé a israelíes y palestinos el coraje de poner fin a demasiados años de lucha y divisiones, así como a emprender con decisión el camino del diálogo”, manifestó. Más tarde, el Papa hizo mención a los pueblos del norte de Africa, especialmente a Egipto, “la tierra de Jesús”, y pidió que la Navidad favorezca “el retorno de la Paz en Mali y dé la concordia en Nigeria”. Como no podía ser de otra manera, no se olvidó de América Latina, y pidió que Jesús apoye a todos aquellos que han tenido que emigrar “lejos de sus familias y sus tierras”.
Tras su mensaje de Navidad, Benedicto XVI ha impartido la tradicional bendición “Urbi et Orbi” en 65 idiomas. “Feliz Navidad. Que la Paz de Cristo reine en nuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos”, deseó en español.