Por haber consumido demasiado alcohol y después sentarse frente al volante, 27 conductores debieron dejar sus vehículos en manos de inspectores de Tránsito municipal y efectivos de la Policía Vial, entre el sábado y ayer a la mañana.
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Por haber consumido demasiado alcohol y después sentarse frente al volante, 27 conductores debieron dejar sus vehículos en manos de inspectores de Tránsito municipal y efectivos de la Policía Vial, entre el sábado y ayer a la mañana.
El primer operativo de controles en calles y avenidas en la ciudad, correspondiente al verano que se aproxima, alcanzó a 1.648 conductores y terminó con 260 actas labradas no solo a los que dieron positivo en el test de alcoholemia sino también a los que no llevaban los papeles personales y del auto, a los que tenían las licencias de conducir vencidas y los que no habían pasado por la revisión vehicular obligatoria.
Los automóviles y motos retenidos a los conductores ebrios fueron llevados a los canchones municipales, y ahora quienes los manejaban deberán resarcirse con pago de multa mediante.
“A pesar del número llamativo, las 27 retenciones a conductores alcoholizados están dentro del promedio conocido ya que se acercan al 20 por ciento de los vehículos verificados que se hicieron”, explicó Andrés Martínez, director general de Gestión del Tránsito, de la Municipalidad.
El funcionario dijo ayer que aún resta conocer el informe de la Policía Vial, que es la autoridad de aplicación del artículo 108 de la ley contravencional referido a los controles de conductores y vehículos afectados al transporte público de pasajeros.
Despliegue
Los controles se hicieron entre la 1 del sábado y 7 de ayer. El primer punto fue el barrio San Luis, con un puesto que se ubicó frente a la comisaría sobre la ruta nacional 51. Allí se controlaron a los vehículos -autos, motos, camionetas, taxis, remises y colectivos- que se dirigían hacia la zona de Campo Quijano y los que transitaban en sentido contrario, hacia la capital.
Por la noche, el operativo se desplegó con varios grupos de control: en la zona de la terminal de ómnibus, sobre el puente Blanco de la avenida Tavella y en la avenida Paraguay. Se le sumó un móvil que recorrió el centro y en especial la zona del corredor Balcarce, ya que el propósito del horario nocturno es focalizar todo en los controles de alcoholemia.
“Los operativos nos mostraron algunos cambios gracias a las campañas de concientización, como el encendido de las luces bajas”, indicó.