¿Quién no querría saltear este capítulo? La impotencia azota el alma cuando pensamos en Pampita Ardohain y Benjamin Vicuña... ¡Cuánto inexplicable dolor! Despertar cada día y advertir que la intempestiva muerte de Blanquita no fue una pesadilla, seguramente es lo más duro que debe atravesar por estos días la familia Vicuña Ardohain.
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¿Quién no querría saltear este capítulo? La impotencia azota el alma cuando pensamos en Pampita Ardohain y Benjamin Vicuña... ¡Cuánto inexplicable dolor! Despertar cada día y advertir que la intempestiva muerte de Blanquita no fue una pesadilla, seguramente es lo más duro que debe atravesar por estos días la familia Vicuña Ardohain.
Desde el 8 de septiembre todo es lucha, fortaleza y apego a la familia, instalada en la casona que construyeron en las afueras de Santiago de Chile. Recién a fines de noviembre la modelo se animó a asomarse a la vida pública. Fue para acompañar al director y actor argentino Guillermo Pfening y a la actriz Marinha Villalobos en la presentación de la película Caíto, en Chile, que narra la historia de Caíto, hermano del director, quien sufre de distrofia muscular.
Aunque el tiempo aleja aquel día trágico, nadie lo podría olvidar. La historia mantuvo en vilo a Argentina y Chile, y tuvo el peor final. Luego de 9 días de luchar contra una bacteria, la muerte le ganó la pulseada a Blanquita, de sólo 6 años. Dos semanas antes, la niña disfrutaba a grandes tragos de la vida, en la Riviera Maya, con sus padres y hermanos. La mayor de los tres hijos de la pareja, murió a las 11.45 del 8 de septiembre en la clínica Las Condes de Santiago de Chile tras sufrir un derrame cerebral. Increíble desenlace para una vida de cuentos. Dos semanas antes se los pudo ver en la Revista Hola unidos, saludables y felices, descansando en Cancún, México.
Mientras transita el inmenso duelo, Pampita se expresa a través de su cuenta de Twitter. Así lo hizo cuando retuiteó un mensaje con foto de una de sus seguidoras, en la que se puede ver a la modelo con su marido y la pequeña Blanquita en la playa. La imagen está acompañada por una estrofa de la canción Paloma Blanca, de La Oreja de Van Gogh, especialmente dedicada los niños que fallecieron y que, casualmente, lleva el nombre de pila de la pequeña:
“Paloma blanca
pasaste tan cerca de mi ventana
que revolviste todo con tus alas,
me despeinaste entera el alma.
Nunca te olvidaré y siempre llevaré
tu cara encima de mi cara”.
Horas después Pampita retuiteó otra frase con una foto de Vicuña junto a Blanca, con la canción Vuela alto de Los del Fuego:
“Por eso vuela, vuela alto
que te estoy mirando
vuela, vuela alto
y en mis sueños te veré,
serás quien yo recuerde
con sonrisa y llanto
por eso vuela alto por siempre yo te amaré...”.
2012, demasiadas despedidas
El flaco Spinetta
Hay años que terminan dejándonos una particular sensación de orfandad en relación a artistas que siempre admiramos y que, de repente, dejan de estar entre nosotros, dejan de entregarnos su talento. El 2012 fue uno de esos años por el gran número de personalidades famosas fallecidas. Fue el caso de Luis Alberto Spinetta, el Flaco que impregnó el rock de belleza, delirios y poesía. El músico falleció el 8 de febrero, a los 62 años. Autor de reconocidas canciones como “Muchacha ojos de papel” y “Los libros de la buena memoria”.
También golpeó particularmente al país la muerte de Caloi (Carlos Loiseau), el 8 de mayo. El dibujante e historietista fue el creador de Clemente, uno de los personajes más queridos y populares.
El 29 de junio nos sacudimos con la noticia de la muerte de Juan Alberto Badía. El locutor y conductor televisivo, referente de muchos colegas que lo tuvieron siempre como un maestro intachable, fue creador de ciclos musicales que hicieron historia, y fue el principal promotor de la “beatlemanía” en la Argentina.
El 5 de noviembre se fue silenciosamente, en medio del semiostracismo que lo caracterizaba, una gloria del cine nacional: Leonardo Favio. A los 74 años, dejó de existir uno de los últimos directores con sello de autor, que supo conjugar como nadie arte con popularidad.
En 2012 también le dijimos adiós a Estela Raval (6 de junio), emblema y primera voz de Los Cinco Latinos; a la generosísima recopiladora, escritora, poeta y cantora tucumana Leda Valladares, que falleció a los 93 años, después de dejar un inmenso legado llamado “Mapa Musical Argentino”; a la voz más distintiva del blues nacional, Adrián Otero, ex líder de Memphis la Blusera, fallecido en un accidente de tránsito el 12 de junio con apenas 53 años.
La escena nacional también despidió a Lydia Lamaisón (20 de febrero), Mario Sapag (14 de abril), Juan Carlos Araujo (18 de abril), Gogó Andreu (1 de mayo), Ethel Rojo (24 de junio), Jorge Luz (14 de julio), Alicia Zanca (23 julio), Olga Ferry (15 de septiembre), Jorge Rossi (19 de noviembre). Dos partidas precoces fueron la de la modelo Jazmín de Grazia (5 de febrero) y la del tecladista de la banda No Te Va Gustar, Marcel Curuchet (14 de julio).
Entre las estrellas internacionales que causaron mucho dolor con su despedida este año se encuentran Whitney Houston (11 de febrero), Donna Summer (17 de mayo), Gian Franco Pagliaro (27 de marzo), Robin Gibb de los Bee Gees (20 de mayo), Emilio Aragón Bermúdez “Miliki” (18 de noviembre), Larry Hagman (24 de noviembre).
En el mundo del arte y las letras hubo también grandes pérdidas, como las de los escritores Alicia Steimberg (16 de junio), Ray Bradbury (5 de junio), Héctor Tizón (30 de julio) y la del salteño Jesús Ramón Vera (principios de junio), uno de los poetas locales más representativos de su generación.