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12 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Una empresaria famosa, que cosechó su vocación por el arte y los negocios

Sabado, 18 de febrero de 2012 18:53

La empresaria Amalia Lacroze de Fortabat, quien falleció hoy a los 90 años, cosechó en su vida su vocación por el arte y gran habilidad en los negocios al punto que se convirtió en la mujer más rica del país, reconocida por impulsar la carrera de artistas plásticos y coleccionar varias de las obras más valiosas del mercado local.
En su extensa trayectoria empresarial, Lacroze fue dueña de empresas agro-ganaderas, un diario, un club de fútbol y de la famosa cementara Loma Negra, que heredó de su esposo Alfredo Fortabat, además de contar con inversiones inmobilizarias millonarias, en obras de arte y exclusivas prendas de vestir que adquiría de los más renombrados diseñadores de París o Nueva York.
Poseedora de una fortuna que llegó a calcularse como la tercera más grande de la Argentina, ‘Amalita‘ como era tratada por sus íntimos y como quedó en el habla popular, se acercó a la política durante la Presidencia de Carlos Menem, quien la designó embajadora itinerante y plenipotenciaria.
Nacida el 15 de agosto de 1921, María Amalia Lacroze de los Reyes Oribe viuda de Fortabat Pourtale fue nieta del empresario del transporte Federico Lacroze, quien estableció la primera línea de tranvías en Buenos Aires y del político uruguayo Manuel Oribe.
Al año de vida viajó a Paris, por lo cual aprendió a hablar francés casi antes que el castellano.
A los 21 años, contrajo matrimonio con el abogado Hernán de Lafuente Sáenz Valiente, con quien tuvo su única hija, María Inés.
Tras cinco años de matrimonio, Amalita se divorció de Lafuente en 1947 para casarse en el Uruguay, en medio de un escándalo para la época, con el empresario Alfredo Fortabat, 27 años mayor que ella y fundador de la cementera Loma Negra, con quien permaneció casada hasta su muerte en 1976.
A raíz del fallecimiento de su segundo esposo, Amalia Fortabat asumió a los 54 años la dirección de la empresa y heredó una fortuna que, además abarcaba compañías, estancias, ganado, aviones, obras de arte y una planta de inseminacion.
Además, se hizo cargo personalemente del manejo de Loma Negra.
El 23 de octubre de 1976, puso en marcha la Fundación Alfredo Fortabat y Amalia Lacroze de Fortabat (luego renombrada a Fundación Amalia Lacroze de Fortabat), que tiene como objetivo promover iniciativas u obras de carácter educacional, cultural, artístico, benéfico, social, deportivo y filantrópico.
En 1977, decidió construir una empresa en Catamarca y a partir de entonces las ganancias de la compañía se incrementaron a partir de la realización de diferentes obras públicas, tanto durante la dictadura militar cuanto en gobiernos democráticos, ya que fue proveedora exclusiva de los proyectos de El Chocón, Yacyretá, Salto Grande, Dique Arroyito y Casa de Piedra.
Tras la asunción de Menem, fue designada presidenta del Fondo Nacional de las Artes y embajadora itinerante, aunque los cargos diplomáticos le fueron retirados por el extinto ex presidente Néstor Kirchner.
En 1993 adquirió el paquete mayoritario del diario La Prensa, que presidió hasta 1995, su vuelco a los medios de comunicación se completó con participaciones en las radios El Mundo y Horizonte.
Durante 1999 se fracturó una cadera por una caída en su caso y tuvo otras complicaciones de salud. En 2008 fue internada en el sanatorio FLENI debido a una descompensación cardíaca.
Amalita era habitué de los festejos que los sucesivos embajadores de los Estados Unidos realizan en la residencia diplomática cada 4 de julio. Al momento de su fallecimiento, era propietaria de Ecocemento, Lomax, Recycomb, el tren de carga Ferrosur Roca, de Estancias Unidas del Sur y de su Fundación, que mantiene con donaciones instituciones sociales y ONGs.
En 2001 se finalizó la construcción del Museo Fortabat, ubicado en Puerto Madero, que alberga aproximadamente 400 obras de arte que la empresaria posee como coleccionista.
En 2005, a los 84 años, Amalia Fortabat vendió Loma Negra al grupo brasileño Camargo Correa, al tiempo que el entonces presidente Néstor Kirchner le retiró el cargo de embajadora que le había concedido Menem.
Por la venta de la cementera embolsó unos 825 millones de dólares, que le permitieron enfocar su actividad empresaria hacia los negocios agropecuarios, con al menos 200 mil hectáreas en 5 provincias.

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La empresaria Amalia Lacroze de Fortabat, quien falleció hoy a los 90 años, cosechó en su vida su vocación por el arte y gran habilidad en los negocios al punto que se convirtió en la mujer más rica del país, reconocida por impulsar la carrera de artistas plásticos y coleccionar varias de las obras más valiosas del mercado local.
En su extensa trayectoria empresarial, Lacroze fue dueña de empresas agro-ganaderas, un diario, un club de fútbol y de la famosa cementara Loma Negra, que heredó de su esposo Alfredo Fortabat, además de contar con inversiones inmobilizarias millonarias, en obras de arte y exclusivas prendas de vestir que adquiría de los más renombrados diseñadores de París o Nueva York.
Poseedora de una fortuna que llegó a calcularse como la tercera más grande de la Argentina, ‘Amalita‘ como era tratada por sus íntimos y como quedó en el habla popular, se acercó a la política durante la Presidencia de Carlos Menem, quien la designó embajadora itinerante y plenipotenciaria.
Nacida el 15 de agosto de 1921, María Amalia Lacroze de los Reyes Oribe viuda de Fortabat Pourtale fue nieta del empresario del transporte Federico Lacroze, quien estableció la primera línea de tranvías en Buenos Aires y del político uruguayo Manuel Oribe.
Al año de vida viajó a Paris, por lo cual aprendió a hablar francés casi antes que el castellano.
A los 21 años, contrajo matrimonio con el abogado Hernán de Lafuente Sáenz Valiente, con quien tuvo su única hija, María Inés.
Tras cinco años de matrimonio, Amalita se divorció de Lafuente en 1947 para casarse en el Uruguay, en medio de un escándalo para la época, con el empresario Alfredo Fortabat, 27 años mayor que ella y fundador de la cementera Loma Negra, con quien permaneció casada hasta su muerte en 1976.
A raíz del fallecimiento de su segundo esposo, Amalia Fortabat asumió a los 54 años la dirección de la empresa y heredó una fortuna que, además abarcaba compañías, estancias, ganado, aviones, obras de arte y una planta de inseminacion.
Además, se hizo cargo personalemente del manejo de Loma Negra.
El 23 de octubre de 1976, puso en marcha la Fundación Alfredo Fortabat y Amalia Lacroze de Fortabat (luego renombrada a Fundación Amalia Lacroze de Fortabat), que tiene como objetivo promover iniciativas u obras de carácter educacional, cultural, artístico, benéfico, social, deportivo y filantrópico.
En 1977, decidió construir una empresa en Catamarca y a partir de entonces las ganancias de la compañía se incrementaron a partir de la realización de diferentes obras públicas, tanto durante la dictadura militar cuanto en gobiernos democráticos, ya que fue proveedora exclusiva de los proyectos de El Chocón, Yacyretá, Salto Grande, Dique Arroyito y Casa de Piedra.
Tras la asunción de Menem, fue designada presidenta del Fondo Nacional de las Artes y embajadora itinerante, aunque los cargos diplomáticos le fueron retirados por el extinto ex presidente Néstor Kirchner.
En 1993 adquirió el paquete mayoritario del diario La Prensa, que presidió hasta 1995, su vuelco a los medios de comunicación se completó con participaciones en las radios El Mundo y Horizonte.
Durante 1999 se fracturó una cadera por una caída en su caso y tuvo otras complicaciones de salud. En 2008 fue internada en el sanatorio FLENI debido a una descompensación cardíaca.
Amalita era habitué de los festejos que los sucesivos embajadores de los Estados Unidos realizan en la residencia diplomática cada 4 de julio. Al momento de su fallecimiento, era propietaria de Ecocemento, Lomax, Recycomb, el tren de carga Ferrosur Roca, de Estancias Unidas del Sur y de su Fundación, que mantiene con donaciones instituciones sociales y ONGs.
En 2001 se finalizó la construcción del Museo Fortabat, ubicado en Puerto Madero, que alberga aproximadamente 400 obras de arte que la empresaria posee como coleccionista.
En 2005, a los 84 años, Amalia Fortabat vendió Loma Negra al grupo brasileño Camargo Correa, al tiempo que el entonces presidente Néstor Kirchner le retiró el cargo de embajadora que le había concedido Menem.
Por la venta de la cementera embolsó unos 825 millones de dólares, que le permitieron enfocar su actividad empresaria hacia los negocios agropecuarios, con al menos 200 mil hectáreas en 5 provincias.

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