Calles que colapsan, asfalto que se hunde, canales que desbordan, inspectores que amenazan y transportistas que presionan: el comienzo del año 2012 no es fácil para la gestión municipal de la ciudad capital.
Se pueden sumar a la lista anterior, los problemas en la terminal de ómnibus, el Parque San Martín, el estado de las calles céntricas, las quejas de los vecinos por obras inconclusas, desmalezamientos y micro basurales.
Sorprende y preocupa que Miguel Isa tenga tantos frentes por solucionar a esta altura del año. Aún no pasó febrero y muchos vecinos prefieren mirar para otro lado, pero todo quedará en la evidencia, desde el mismo momento en que la ciudad retome su ritmo febril con el retorno de las clases.
Esta temporada de vacaciones deja la sensación de que el municipio está funcionando en piloto automático. Las soluciones llegan a destiempo, o directamente no llegan. Lo que pasó en la terminal de ómnibus es el ejemplo más claro de ello. Todo está paralizado a la espera de una respuesta por las causas del colapso. Pero esa respuesta no llega; nadie quiere hacer nada y la solución se dilata. Se espera una reunión otra más- para esta semana, pero hasta el momento estos encuentros multisectoriales no dieron resultados.
Sobra decir que cuatro semanas han pasado desde la tremenda rotura que dejó a la terminal de Salta, en plena temporada turística, al mínimo de su capacidad operativa.
Para colmo, en pocos días el pavimento sufrió serios deterioros en otros lugares como San Martín y Buenos Aires y el más reciente en Alvarado y Gorriti. Estos últimos colapsos también ocurrieron en proximidades de los canales subterráneos que circulan por toda la ciudad.
Aunque la municipalidad lo niegue, todo hace pensar que estas roturas no son casuales, ya que se produjeron en inmediaciones de los canales de desagües más importantes de la ciudad.
Tampoco ningún organismo, que nuclea a ingenieros o arquitectos, se manifestó oficialmente sobre este fenómeno. Lógicamente la comuna trata de llevar tranquilidad a los vecinos y asegura que los desagües en la ciudad están en perfecto estado, pero solo hace falta echar un vistazo hacia el canal abierto de la avenida Hipólito Irigoyen para darse cuenta del estado del revestimiento y la basura que allí se acumula.
Toda la actividad municipal funciona con guardias mínimas y con el feriado largo de carnaval y del 20 de febrero, se aguarda que la actividad retome su curso normal desde el miércoles en la última semana de este mes. Las autoridades municipales deberán hacer un esfuerzo para comenzar en marzo -luego de la temporada de vacaciones- con respuestas bien definidas para este y los problemas antes mencionados.
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Calles que colapsan, asfalto que se hunde, canales que desbordan, inspectores que amenazan y transportistas que presionan: el comienzo del año 2012 no es fácil para la gestión municipal de la ciudad capital.
Se pueden sumar a la lista anterior, los problemas en la terminal de ómnibus, el Parque San Martín, el estado de las calles céntricas, las quejas de los vecinos por obras inconclusas, desmalezamientos y micro basurales.
Sorprende y preocupa que Miguel Isa tenga tantos frentes por solucionar a esta altura del año. Aún no pasó febrero y muchos vecinos prefieren mirar para otro lado, pero todo quedará en la evidencia, desde el mismo momento en que la ciudad retome su ritmo febril con el retorno de las clases.
Esta temporada de vacaciones deja la sensación de que el municipio está funcionando en piloto automático. Las soluciones llegan a destiempo, o directamente no llegan. Lo que pasó en la terminal de ómnibus es el ejemplo más claro de ello. Todo está paralizado a la espera de una respuesta por las causas del colapso. Pero esa respuesta no llega; nadie quiere hacer nada y la solución se dilata. Se espera una reunión otra más- para esta semana, pero hasta el momento estos encuentros multisectoriales no dieron resultados.
Sobra decir que cuatro semanas han pasado desde la tremenda rotura que dejó a la terminal de Salta, en plena temporada turística, al mínimo de su capacidad operativa.
Para colmo, en pocos días el pavimento sufrió serios deterioros en otros lugares como San Martín y Buenos Aires y el más reciente en Alvarado y Gorriti. Estos últimos colapsos también ocurrieron en proximidades de los canales subterráneos que circulan por toda la ciudad.
Aunque la municipalidad lo niegue, todo hace pensar que estas roturas no son casuales, ya que se produjeron en inmediaciones de los canales de desagües más importantes de la ciudad.
Tampoco ningún organismo, que nuclea a ingenieros o arquitectos, se manifestó oficialmente sobre este fenómeno. Lógicamente la comuna trata de llevar tranquilidad a los vecinos y asegura que los desagües en la ciudad están en perfecto estado, pero solo hace falta echar un vistazo hacia el canal abierto de la avenida Hipólito Irigoyen para darse cuenta del estado del revestimiento y la basura que allí se acumula.
Toda la actividad municipal funciona con guardias mínimas y con el feriado largo de carnaval y del 20 de febrero, se aguarda que la actividad retome su curso normal desde el miércoles en la última semana de este mes. Las autoridades municipales deberán hacer un esfuerzo para comenzar en marzo -luego de la temporada de vacaciones- con respuestas bien definidas para este y los problemas antes mencionados.