Cristina Carraza, El Tribuno
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Cristina Carraza, El Tribuno
Una descomunal gresca, con una pelea de “todos contra todos” en la que quedaron decenas de heridos de diversa consideración y un menor grave, que fue hospitalizado, fue el saldo de un “Encuentro de hermandad” realizado la tarde del domingo pasado en la comunidad guaraní Yacuy, 20 kilómetros al norte de Tartagal y que fue organizado por la Fundación Crecer Tartagal y el Foro de Mujeres del departamento San Martín.
La presencia de alrededor de 2.000 personas pertenecientes a diversas comunidades aborígenes y criollos de toda la zona, la entrada libre y gratuita, la escasa cantidad de personal policial contratado -solo cuatro efectivos- y la descontrolada ingesta de bebidas alcohólicas que comenzó a la mañana y se extendió hasta la noche, cuando los efectivos hacían lo imposible para contener a los boxeadores y boxeadoras, fueron los ingredientes que dieron origen al escándalo.
El “Encuentro de dos culturas unidos en un abrazo fraternal”, como se publicitó el evento durante toda la semana previa, resultó ser todo lo contrario.
Fuentes policiales consultadas explicaron que “los cuatro efectivos que se hallaban en el lugar, cuando se dieron cuenta que no iban a poder parar semejante batahola comenzaron a pedir ayuda a las comisarías de Tartagal y Aguaray”.
Como la comunidad Yacuy está equidistante de las dos localidades llegaron refuerzos pero tampoco fueron suficientes.
“El personal de infantería que estaba de descanso tuvo que ser convocado con urgencia y fue trasladado hasta el lugar” relató la misma fuente, de la Unidad Regional 4.
Los heridos
Finalmente y cuando la policía logró contener a los más violentos, las ambulancias comenzaron a trasladar a los heridos y contusos hacia el hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal.
Los más golpeados llegaban irreconocibles en virtud de los golpes y porque, además, presentaban sus rostros cubiertos de pintura, talco y barro. A la comisaría 42 arribaron también otros jóvenes a formalizar denuncias, todos multicolores de pies a cabeza, quienes radicaron denuncias en contra de los supuestos agresores.