“El padre Pepe disertó ayer en el Centro Cívico Municipal de la ciudad de Salta sobre el flagelo del paco en las villas y barrios pobres.
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“El padre Pepe disertó ayer en el Centro Cívico Municipal de la ciudad de Salta sobre el flagelo del paco en las villas y barrios pobres.
“El paco, una droga de exterminio. Experiencias contra la pasta base en las villas de emergencia”, fue la disertación del religioso que llegó invitado por la Dirección General de Inclusión y Militancia Social.
No solo habló de la problemática de la pasta base en los ámbitos pobres urbanos sino que también le dio un apartado especial a los pueblos chicos del interior donde las drogas están ingresando indefectiblemente.
Le apuntó directo a la televisión, a Internet y a la responsabilidad social y empresarial.
Ante la pregunta sobre su opinión respecto de la despenalización del consumo de drogas el cura fue contundente: “El que quiere la despenalización es porque nunca vivió con los pobres”, dijo.
“No sabe lo que es vivir en un ambiente de pobreza, no sabe lo que es despertarse en la noche por las balas de los narcos”, amplió Pepe.
“Deberían instalarse a vivir al menos dos meses en las villas todos los legisladores, funcionarios y promotores de la despenalización para que vean cómo luchan las madres contra el flagelo que padecen sus hijos”, concluyó el padre.
Sucede que el padre Pepe trabaja en la villa 21-24 de Barracas, Buenos Aires, desde hace 14 años y además es el coordinador del “Equipo de sacerdotes para las villas de emergencia del conurbano bonaerense”, más conocidos como los “curas villeros”.
Comprometido con el daño que provoca la pasta base en los grupos más humildes de las villas, el padre Pepe decidió la lucha contra el paco, a la cual calificó como una droga de exterminio.
Ante las “madres del paco”, que estaban invitadas para la conferencia, dijo al final que también hace falta una política de tratamiento (y hasta internación) para los familiares de chicos adictos al paco.