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Una jovencita se suicidó tras ser obligada a casarse con su violador

Viernes, 16 de marzo de 2012 19:22

Ayer se reunió el Consejo de Ministros en Marruecos para tratar el suicidio de Amina Filali de 16 años, que ocurrió el sábado.  Amina Filali fue obligada a casarse con Mustafa, de 25 años, que la había violado, pero que evitó con el matrimonio ser enviado a prisión.

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Ayer se reunió el Consejo de Ministros en Marruecos para tratar el suicidio de Amina Filali de 16 años, que ocurrió el sábado.  Amina Filali fue obligada a casarse con Mustafa, de 25 años, que la había violado, pero que evitó con el matrimonio ser enviado a prisión.

Que una instancia así haya tratado este tema demuestra la conmoción que ha suscitado la muerte de la joven que bebió veneno para ratas para poner  fin al maltrato que padecía en la casa de sus suegros, en un pueblo costero al norte de Larache, en la que vivía tras contraer matrimonio en septiembre.

La joven fue doblemente violada”, reconoció tras la reunión el portavoz del Gobierno, el islamista Mustafá el Khalfi. “Fue violada sexualmente y lo fue tras ser obligada a casarse con su violador”, recalcó.

Lo sucedido “no puede ser dejado de lado”, añadió el portavoz. “Hay que estudiar la situación en profundidad y posiblemente endurecer las penas (...)”, concluyó.

Los violadores pueden ser condenados en Marruecos hasta 20 años de cárcel, si su víctima es menor, pero el artículo 475 del código penal les permite también librarse de la cárcel si aceptan casarse con ella.

Lahcen Filali, el padre de Amina, empezó por denunciar a Mustafa por su agresión sexual, perpetrada a punta de navaja cuando su hija tenía 15 años, pero el fiscal de Tánger le aconsejó que salvase el honor de su hija casándola con Mustafa. Aceptó la propuesta, según relató Filali a la web marroquí Goud.ma.

La única mujer que desempeña una cartera en el Ejecutivo, la islamista Bassima Hakkaoui, ministra de la Solidaridad y de la Mujer, compareció en televisión pública 2M para explicar que era necesario “un debate para reformar la ley”.

“La sociedad lo pide a gritos”, había dicho poco antes su predecesora en el cargo, Nouza Skalli, militante de un partido de izquierdas. Para exigirlo unas 300 mujeres se concentraron el jueves ante el tribunal de Larache, donde se celebró el matrimonio. Les acompañó Hamida, hermana de Amina, que exhibía un cartel con la foto de la difunta. Hoy la sociedad civil protestará de nuevo pero ante el Parlamento de Rabat.

Las redes sociales y la prensa independiente muestran la indignación popular. “No conozco a Amina, pero me imagino el número colosal de “Aminas” que viven o han vivido entre nosotros”, escribe en el diario As Sabah la columnista Sanaa el Aji.

Sostiene El Aji que en el Marruecos rural tragedias que acaban en suicidios de adolescentes no son excepcionales, pero no siempre trascienden porque no hay un periodista como Soulaiman Rassouini, originario de Larache, que publicó la noticia en el diario Al Massae, el de mayor difusión.

La única voz algo discordante ha sido, curiosamente, la de otro islamista miembro del Gobierno, el ministro de Justicia Mustafá Ramid. Corroboró que una comisión parlamentaria revisará el código penal, pero también aseguró que "Amina "mantuvo una relación consentida" con Mustafa. Contradice así a otros dos ministros y al padre de la menor.

Ramid ha justificado hoy además en un comunicado la actuación de fiscalía de Tánger por "tomar en cuenta el interés de la menor" al proponer al violador y a su víctima que se casasen respondiendo así a la petición de la menor. Amina confirmó en Tánger, según Ramid, y en presencia de su madre, su deseo de contraer matrimonio.

 

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