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?Lo de YPF se hizo más con el corazón que con la razón?

Sabado, 28 de abril de 2012 21:15

El economista Rogelio Frigerio (n) es presidente de la consultora Economía & Regiones (E&R). En una entrevista con El Tribuno,consideró que el proceso de expropiación de YPF “tiene características demagógicas”.

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El economista Rogelio Frigerio (n) es presidente de la consultora Economía & Regiones (E&R). En una entrevista con El Tribuno,consideró que el proceso de expropiación de YPF “tiene características demagógicas”.

Durante este diálogo se preguntó: “Si en nueve años el Gobierno hizo todo lo posible para pasar del autoabastecimiento al desabastecimiento, ¿por qué ahora cambiaría la historia energética del país?”. Y además cuestionó por qué el Gobierno no expropió las acciones de su amigo Enrique Eskenazi.

¿Cómo analiza la expropiación de YPF?

Yo lo veo con preocupación porque los costos que va a generar esta medida son superiores a los beneficios y esto es muy difícil de analizar. Tenemos que el mismo gobierno que durante nueve años desinvirtió e hizo lo posible para que nadie invirtiera en el sector energético -sobre todo hidrocarburífero- ahora quiere hacernos creer que confiscando las acciones de Repsol, los argentinos no vamos a tener que hacer colas para cargar nafta, vamos a tener gasoil para la cosecha y la siembra en el campo o las industrias van a tener gas en el invierno para no tener que cortar su producción. Me parece un poco simplista el análisis y considero que se apela al corazón. Para todos la bandera nacional flameando en YPF tiene una connotación muy importante. Pero, desde el punto de vista estrictamente racional, creo que los costos económicos y de reputación que asume la Argentina con esta medida -que entre otras cosas viola las normas de la Constitución Nacional, insisto- son muy superiores a los supuestos beneficios que, la verdad, cuesta verlos.

El proyecto se está tratando en el Congreso. ¿Cree que se puede incluir mejoras?

No, esta es una ley, como todas las que propone el Gobierno nacional. Sobre todo las importantes son las que se votan prácticamente a libro cerrado y en dos días. Lo cual también es, por lo menos, preocupante. Son leyes muy importantes y la forma de debatirlas y discutirlas es muy particular. Es decir, se puede debatir pero un solo día y se puede votar, pero todo o nada. Además, la complicidad de la oposición, que, sabiendo que no podrá introducir ningún cambio, igualmente vota.

¿Ya es un hecho la aprobación del proyecto?

No tenga dudas de que será así, porque los bloques mayoritarios, el oficialista y por lo menos una parte muy importante del radicalismo y del FAP ya dijeron que van a votar a favor. Además no veo nada que me lleve a ser optimista. Ojalá me equivoque. Pero si en nueve años hicieron todo lo opuesto a lo que tendrían que haber hecho y se pasó del autoabastecimiento al desabastecimiento, no veo por qué una medida absolutamente demagógica como esta vaya a cambiar la historia.

Dicen que se debe implementar una política energética seria. ¿Cómo se llega a eso?

Eso es lo que digo. Todavía nadie me ha mostrado una política energética que incentive a la inversión, que es lo que realmente ha faltado en estos nueve años en los que el Gobierno ha convalidado con su firma prácticamente todo lo actuado por Repsol. Recordemos que el Gobierno tenía un directorio en Repsol YPF y nunca se había quejado hasta ahora. Además obligaron a Repsol a que acepte un socio por el 25 por ciento. Un amigo del Gobierno, Enrique Ezkenazi, que fue el que llevó las riendas de la empresa en los últimos cuatro años... a ese amigo no lo confiscan... Es todo muy raro.

¿Todo este proceso se hace más con el corazón que con la razón?

Eso es apelar a la demagogia. A mí también me gusta ver la bandera argentina flameando en YPF, pero los dirigentes políticos tenemos que pensar en el interés de la nación, no en lo que nos dictan la pasión o el corazón, sino en lo que es mejor para la Argentina.

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