En el estadio Martearena solo habrá lugar para aquellos privilegiados que consiguieron su entrada para asistir a la gran cita del próximo miércoles, cuando River se enfrente con San Lorenzo por los cuartos de final de la Copa Argentina.
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En el estadio Martearena solo habrá lugar para aquellos privilegiados que consiguieron su entrada para asistir a la gran cita del próximo miércoles, cuando River se enfrente con San Lorenzo por los cuartos de final de la Copa Argentina.
A pesar de que en los tres puntos de venta (Liga Salteña, Gimnasia y Tiro y Juventud) pusieron ayer carteles que decían: “Entradas agotadas”, hoy en el Martearena y en el club de la Vicente López se pondrá en venta un remanente de plateas, que seguramente se esfumarán en pocas horas.
En la jornada de ayer se agotaron rápidamente las preferenciales, y si bien aún quedaban algunas plateas, la organización decidió suspender momentáneamente el expendio debido a un tumulto ocurrido en la sede de la Liga Salteña, donde los hinchas de River se mostraron molestos por la falta de boletos.
La gente buscó y buscó por las tres boleterías, pero no pudo conseguir ni una entrada después de las cuatro de la tarde.
La organización del partido informó que se vendieron alrededor de 16.500 tickets en dos días, contando populares, preferenciales, plateas, menores, damas y jubilados. Cabe destacar que la capacidad total del estadio Padre Martearena es de 20.700 personas.
En las próximas horas el director del estadio, Fredy Mocchi, entablará diálogo con directivos de San Lorenzo para tener un panorama más claro de cuántos serán los hinchas que vendrán desde Buenos Aires. De no cumplir con las expectativas, la organización le restará localidades a los simpatizantes del ciclón, que ocuparán la cabecera sur. De concretarse esta situación los hinchas millonarios podrían tener a disposición alrededor de 1.500 populares, que serían vendidas un día antes del partido (martes), aunque esto se confirmará en las próximas horas.
La reventa a la orden del día
Como era suponer, aparecieron los “picaros” que aprovecharon para conseguir rápidamente entradas para luego poder revenderlas al doble del precio adquirido.
La policía de Salta tendrá que estar atenta a la reventa, ya que la desesperación de los hinchas por tratar de conseguir una entrada hace que se llegue a pagar más del doble de lo que cuesta, dejando pinges ganancias para los inescrupolosos de siempre.