Pablo Mouche arrancó el semestre siendo el delantero en el que menos expectativas depositaban los hinchas de Boca. Es lógico, los simpatizantes estaban ilusionados con la incorporación de Santiago Silva, tenían en crédito renovado en Darío Cvitanich, goleador del último título del equipo en el Apertura 2011, le daban valor a los esfuerzos de Nicolás Blandi, esperaban la recuperación de Lucas Viatri y que Sergio Araujo, siempre en la mira de Barcelona y los clubes de Europa, tuviera más minutos en el campo de juego...
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Pablo Mouche arrancó el semestre siendo el delantero en el que menos expectativas depositaban los hinchas de Boca. Es lógico, los simpatizantes estaban ilusionados con la incorporación de Santiago Silva, tenían en crédito renovado en Darío Cvitanich, goleador del último título del equipo en el Apertura 2011, le daban valor a los esfuerzos de Nicolás Blandi, esperaban la recuperación de Lucas Viatri y que Sergio Araujo, siempre en la mira de Barcelona y los clubes de Europa, tuviera más minutos en el campo de juego...
Sin embargo, quien está dando la nota en el semestre de Boca es justamente Pablo Mouche. Otra vez protagonista anoche, autor de otro gol decisivo.
Cabe recordar que a principios de año había una posibilidad de que Mouche emigre, algo que había generado indiferencia en los simpatizantes. El pase no se dio porque no apareció ninguna oferta firme. Él también decidió quedarse a luchar por una posibilidad.
Y hubo un cambio sustancial respecto de sus producciones de 2011. Se propuso mejorar la definición, habló con Julio César Falcioni y el cuerpo técnico, y se quedó después de hora haciendo ejercicios para mejorar la definición. En el Apertura pasado había tenido muchas situaciones, pero no había convertido en similar proporción. Este es un nuevo Mouche. Anoche convirtió su 9° gol en el semestre, dándose el lujo de anotar en las tres competencias donde Boca todavía sigue en carrera: el Clausura, la Libertadores y la Copa Argentina.
"Entiendo a los hinchas de Boca que me insultaban en torneos anteriores, porque yo también me cuestionaba a mí mismo por los goles que erraba. Estoy contento por el gol, pero más porque se ganó. Hicimos un buen partido y merecimos más, pero lo importante era ganar y terminar con el arco en cero. Nosotros podemos convertir en Brasil y, de ser así, obligaríamos a Fluminense a tener que ganarnos por más diferencia para eliminarnos", opinó luego del partido Mouche.
La evolución del atacante se ve reflejada en su rendimiento, pero también en los números. Desde 2008 a 2010 había marcado ocho goles, y en lo que va de 2012 ya lleva nueve. Además, Boca está invicto este año en los partidos en los que él anotó. Fueron nueve partidos de los que Boca ganó seis y empató tres.
Mouche no vio tan positiva la roja al lateral de Fluminense: "El partido se nos complicó más cuando lo expulsaron a Carlinhos, porque ellos se cerraron bien atrás y nos costó mucho llegar al gol. Igual, con esfuerzo pudimos lograr la diferencia. Sabíamos que ellos tienen jugadores hábiles y rápidos y casi no nos generaron peligro".
El delantero, que fue a abrazar a Matías Caruzzo al banco de suplentes, porque le anticipó que haría un gol, miró con optimismo la revancha: "Ahora tenemos que ir muy concentrados a Río de Janeiro, aunque -a la vez- con confianza, no sólo por la ventaja, sino también porque en la fase de grupos ya le ganamos 2 a 0. Sabemos que le podemos jugar allá de igual a igual".
Fuente: Cancha llena