Hoy se dirimirá en las urnas si Nicolás Sarkozy, actual presidente, o Francois Hollande, candidato por el Partido Socialista, es elegido nuevo presidente de Francia en unas elecciones que lo llevan como favorito al referente socialista.
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Hoy se dirimirá en las urnas si Nicolás Sarkozy, actual presidente, o Francois Hollande, candidato por el Partido Socialista, es elegido nuevo presidente de Francia en unas elecciones que lo llevan como favorito al referente socialista.
Si bien la distancia en favor de la oposición aparece como amplia, algunos expertos destacan que los resultados podrían darse vuelta si Sarkozy consigue el voto de la ultraderecha.
Pese a los malos pronósticos, el presidente francés dijo que será una votación muy peleada y “se va a jugar en el filo de la navaja”. En las encuestas, está a seis puntos de su rival y el pasado viernes sufrió un nuevo golpe cuando el centrista Bayrou recomendó votar a Hollande.
De acuerdo con los últimos sondeos, Hollande obtendría este domingo entre el 52,5% y el 53,5% de los votos, en tanto que Sarkozy sumaría entre el 46,6% y el 47,5%.
Sarkozy, en su último mitin de campaña, en la estación turística de les Sables d'Olonne, se quejó de las encuestas y afirmó que “el pueblo de Francia no se ha sentido nunca como en estas últimas semanas insultado (...), manipulado”.
Movida político-mediática
“Se le faltaba al respeto” y “se le quería imponer una decisión”, dijo Sarkozy a través de lo que llamó “el pensamiento único” vehiculado por “un sistema político-mediático” que, a su juicio, ya se equivocó en sus pronósticos de la primera vuelta, cuando lo ubicaban bastante más lejos de su rival, el candidato socialista Hollande, de lo que se vio en los resultados.
Votos en la ultraderecha
El líder conservador argumentó su pedido de apoyo a los 6,5 millones de electores que en la primera vuelta se decidieron por la candidatura de la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, que quedó en tercera posición con el 17,9 %. “Son ciudadanos a los que tengo que prestar atención y por los que debo rendir cuentas”, afirmó.
El mal ejemplo de España
Sarkozy no se privó de repetir, como a lo largo de su campaña, las alusiones a España como ejemplo de “siete años de gobiernos socialistas que no tomaron las decisiones que debían” y ahora con la crisis “la cuenta la pagan los españoles” con el desempleo o las rebajas en las pensiones.
Las últimas encuestas coinciden en señalar que Sarkozy ha recuperado terreno y sugieren que la noche electoral será más larga y emocionante de lo previsto hace solo dos días.
El presidente saliente sigue remontando gota a gota, y llega al último empujón con la menor desventaja de la campaña.
El sondeo diario de Ifop, pronostica un 52% a 48% favorable a Hollande, con un 16% de indecisos. Sarkozy gana un punto respecto al pasado jueves, aunque irónicamente pierde tres en la pregunta que pulsa el pronóstico de los electores: solo el 20% de los encuestados piensa que logrará ganar, frente al 52% que cree que lo hará Hollande.
La más favorable a Hollande, la de TNS Sofres, estima el 53,5% a 46,5%, pese a una subida semanal de 1,5 puntos del líder conservador. Otros dos sondeos anticipan un 53% a 47%, con avances del presidente de dos y un punto, respectivamente. Y los otros tres sitúan la diferencia en cinco puntos para Hollande. Pese a todo, los politólogos no se atreven a considerar la cita cerrada, y subrayan que serán clave los indecisos.
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