Delincuentes desvalijaron una gestoría del automotor y administradora de propiedades, ubicada en pleno macrocentro de la capital salteña y se alzaron con un botín consistente en $120.000, además de joyas de oro -anillos, prendedores- y efectos pertenecientes a los propietarios de la empresa: el contador Luis Suárez (78) y Alcira Barrios.
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Delincuentes desvalijaron una gestoría del automotor y administradora de propiedades, ubicada en pleno macrocentro de la capital salteña y se alzaron con un botín consistente en $120.000, además de joyas de oro -anillos, prendedores- y efectos pertenecientes a los propietarios de la empresa: el contador Luis Suárez (78) y Alcira Barrios.
El hecho ocurrió entre la noche del viernes y la madrugada del sábado pasado en una edificio ubicado en la calle La Rioja al 900. Los ladrones violentaron una puerta de madera, de dos hojas, mediante el uso de una barreta, hallada luego en la vereda, e irrumpieron en la oficina, de donde luego arrancaron una caja fuerte de 50x50 centímetros, aproximadamente, que estaba empotrada en una de las paredes. La misma contenía 120.000 pesos correspondientes a un pago recibido por parte de una empresa de telefonía, la administración de un consorcio y la venta de un departamento.
La pareja radicó la denuncia en la Brigada de Investigaciones. Las pesquisas están a cargo de la División de Robos y Hurtos. “Estamos realizando averiguaciones, investigando. Existe un secreto de sumario”, informaron fuentes policiales.
El caso fue caratulado como “supuesto robo”, y quedó en manos del juez de Instrucción Formal 6, José María Alvarado Solá. Las sospechas están centradas en un vendedor de ajos, quien se hizo presente en el lugar el dos del corriente para comercializar sus productos. Hay una foto y un identikit del sospechoso.
“Viste cuando trabajás toda tu vida y te quedás sin nada. Así nos sentimos. Nos dejaron con los pocos pesos que tenemos en la cartera. No sé qué haremos para seguir adelante. Estamos destrozados. No podemos comer ni dormir a raíz de todo esto”, manifestó con lágrimas en sus ojos, Alcira Barrios, la propietaria.