Muy pocas veces, si es que lo hizo alguna vez, la literatura criolla avisó de la derrota del “caballo del comisario”, emblemática figura de la tramposa politiquería argentina.
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Muy pocas veces, si es que lo hizo alguna vez, la literatura criolla avisó de la derrota del “caballo del comisario”, emblemática figura de la tramposa politiquería argentina.
Parece que en la ficción el “caballo del comisario” no pierde nunca. Invencible aseguran que es.
Eso en la literatura criolla.
Hoy la realidad nos está mostrando que el equino oficialista, en este caso el jamelgo kirchnerista, está a punto de experimentar un calamitoso revés.
Nos estamos refiriendo al abogado Daniel Reposo, candidato de Ella a ocupar el cargo de Procurador General de la Nación, vacante por alejamiento forzoso del peronista histórico Esteban Antonio Justo Righi.
Reposo, que ya se veía comandando el equipo de fiscales penales (también, con semejante palanca!), cometió la inocentada, o mancada, de engalanar con mentiras su currículo vitae que presentó al Senado.
Esas falsedades, algunas burdas, fueron puestas en evidencia, lo que equivale a decir que la pista se ponía cada vez más barrosa para un competidor de pobrísimos antecedentes profesionales, que tardó 8 años en obtener el título, que evidenciaba lagunas de conocimiento del derecho penal. Y la mar en coche.
El martes, ante la Comisión de Acuerdos del Senado, fue interrogado durante 10 horas.
En la larga entrevista la actuación de Reposo sembró más y nuevas dudas sobre su capacidad para el cargo para el que, empecinada y ciegamente, lo postula la señora Cristina, perdón, Ella.
Reposo, actual titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), se envolvió en sus propias falencias, inseguro y errático, ofreciendo por momentos una imagen de desconcierto.
Los senadores de la oposición no perdonaron.
Y los senadores oficialistas ensayaban defensas inconsistentes.
Como Miguel Ángel Pichetto, capo de la bancada kirchnerista, que enrostró a sus pares opositores la finalidad de sus preguntas:
-¿Por qué le hacen esas preguntas sobre su pasado? ¿Por qué no le preguntan sobre su futuro, sobre sus planes en la Procuración?
En síntesis, la exposición de Daniel Reposo en defensa de su candidatura fue, para unos, “un bochorno”, y para otros “un papelón”.