El alza del IVA en España, cuya tasa principal pasa de 18% a 21%, anunciada en julio por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, entró en vigor ayer en el marco de una política de rigor sin precedentes, destinada a reducir el déficit público a 6,3% del PIB. La sociedad respondió como se esperaba: indignada.
“El aumento del IVA no caerá en saco roto”, aseguró ayer en un acto público Rajoy, quien se había resistido durante meses a tomar esta decisión, pedida por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
“Sirve para que el Estado siga cumpliendo con los servicios, los logros del Estado de bienestar, para pagar la sanidad, educación e infraestructuras, las pensiones, la solidaridad del país, pero también para enfocar un futuro mejor con más posibilidades de éxito”, agregó.
Pese a su reticencia, Rajoy acabó anunciando el 11 de julio que el impuesto sobre el valor añadido (IVA) aumentaría a partir del 1 de septiembre. De este modo, el tipo principal de esta tasa pasa del 18% al 21%, mientras que el reducido aumenta del 8% al 10%. Se mantiene un impuesto superreducido del 4% para productos de primera necesidad que incluyen alimentos, medicamentos y libros. La tasa superreducida deja de aplicarse sin embargo a ciertos productos como parte del material escolar, que ve así su IVA aumentar 17 puntos, lo que produjo la preocupación de muchos padres, ya duramente afectados por los estragos de una crisis que ha llevado el desempleo hasta el 24,6%.
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El alza del IVA en España, cuya tasa principal pasa de 18% a 21%, anunciada en julio por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, entró en vigor ayer en el marco de una política de rigor sin precedentes, destinada a reducir el déficit público a 6,3% del PIB. La sociedad respondió como se esperaba: indignada.
“El aumento del IVA no caerá en saco roto”, aseguró ayer en un acto público Rajoy, quien se había resistido durante meses a tomar esta decisión, pedida por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
“Sirve para que el Estado siga cumpliendo con los servicios, los logros del Estado de bienestar, para pagar la sanidad, educación e infraestructuras, las pensiones, la solidaridad del país, pero también para enfocar un futuro mejor con más posibilidades de éxito”, agregó.
Pese a su reticencia, Rajoy acabó anunciando el 11 de julio que el impuesto sobre el valor añadido (IVA) aumentaría a partir del 1 de septiembre. De este modo, el tipo principal de esta tasa pasa del 18% al 21%, mientras que el reducido aumenta del 8% al 10%. Se mantiene un impuesto superreducido del 4% para productos de primera necesidad que incluyen alimentos, medicamentos y libros. La tasa superreducida deja de aplicarse sin embargo a ciertos productos como parte del material escolar, que ve así su IVA aumentar 17 puntos, lo que produjo la preocupación de muchos padres, ya duramente afectados por los estragos de una crisis que ha llevado el desempleo hasta el 24,6%.
Cultura
Esta suba impositiva fue también denunciada por el sector de la cultura, cuya tasa pasa de la reducida de 8% a la general del 21%, pudiendo acarrear, aseguran, el cierre de una quinta parte de la empresas culturales y la pérdida de 4.226 empleos directos. Con este aumento de impuestos directos, el Ejecutivo español espera recaudar más de 9.500 millones de euros anuales, en el marco de un draconiano plan que prevé ajustes de 102.000 millones de euros hasta 2014.
Estas nuevas políticas de rigor fueron impuestas a España por Bruselas, a cambio de una suavización de su objetivo de reducción del déficit hasta un 6,3% del PIB en este año, un 4,5% en 2013 y un 2,8% en 2014.
Descontento y resignación
Consumidores y ciudadanos españoles acogieron ayer con descontento y resignación el primer día de la subida del IVA, aunque muchos reconocen que adelantaron las compras para evitar un mayor gasto, sobre todo en productos de material escolar y óptica.
Ayer, 1 de septiembre, entró en vigor en España la suba del tipo general del impuesto al valor añadido (IVA) del 18 % al 21 %, y del tipo reducido del 8 % al 10 %, en tanto que el superreducido se mantiene en el 4 %. El objetivo de la subida de este impuesto que grava el consumo decretada por el gobierno del conservador Partido Popular es recaudar 2.300 millones de euros adicionales en 2012, 10.134 millones en 2013 y 9.670 millones en 2014.
Según el Ejecutivo, esta medida ayudará a conseguir los objetivos de déficit acordados con la UE, que quedaron fijados en el 6,3% del PIB para este año, el 4,5% en 2013 y el 2,8% en 2014.
Es una medida excepcional
El mismo día en que se hace efectiva la suba del IVA, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, abrió ayer el curso político en Soutomaior dentro del mismo castillo, donde el año pasado y cuando era aún candidatoprometió iniciar la recuperación económica no subiendo impuestos sino evitando gastos superfluos. El presidente repitió varias veces que la suba es “excepcional”, que dará rendimientos a medio plazo y será reversible en cuanto mejore la situación económica. “¿Si existiera otra alternativa, alguien cree que no soy el primer interesado en adoptarla y subir el IVA a todos los españoles?”, se preguntó ante un oratorio con cerca de mil militantes y cargos del partido. Rajoy pronosticó que “la subida fiscal incrementará la recaudación y contribuirá a generar certidumbre ante los mercados porque España no puede financiarse a los precios de mercado”. Lanzado a proclamar las bondades de una medida contra la que recogió firmas como líder de la oposición, incluso se atrevió a poner fecha a la mejoría de la economía española, fruto de la “mayor agenda reformista y modernizador de la historia de España”. “Cuando acabe en junio el curso político, las cosas estarán mucho mejor”, vaticinó porque “en estos ocho meses se han sentado los pilares de la recuperación”.
Tras lanzar el mensaje a los mercados e instituciones comunitarias de que España está haciendo los sacrificios que se le demandan, exigió al eurogrupo flexibilidad para que los países en problemas como España puedan financiarse tipos de interés razonables. “No es aceptable que unos tengan dinero al 0% y otros con intereses superiores al 6%”, dijo, sin citar a Alemania, en una llamada a resolver “el mayor problema que tiene la Unión Europea”.
Hundirá el consumo
La suba del IVA, en España, elevará la inflación y provocará una depresión aún mayor del consumo, si bien el Estado conseguirá en buena medida recaudar lo previsto con el incremento de este impuesto al valor añadido, según expertos.
Los economistas opinan que en un contexto de recesión económica, muchos comercios y cadenas de distribución del país han optado por no trasladar a los precios la subida del IVA en un intento por amortiguar el declive del consumo, que cayó el 1 % entre abril y junio, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE).