Matías Almeyda inicia otra semana con todos los cuestionamientos encima y una crisis que se agranda con el correr de las fechas en el club de Núñez.
inicia sesión o regístrate.
Matías Almeyda inicia otra semana con todos los cuestionamientos encima y una crisis que se agranda con el correr de las fechas en el club de Núñez.
Para el DT, esta semana puede ser crucial para su continuidad en el cargo de entrenador de un River que, de volver a perder ante Arsenal, quedaría último en la tabla de los promedios.
Pese a la defensa que realizó el presidente del club, Daniel Passarella, todo podría caer en bolsillo de saco roto si el equipo no cambia su imagen y su forma de jugar el próximo domingo.
Tras la caída ante Racing, un rival al que domina ampliamente en el historial, los hinchas volvieron al hall del club, un centro neurálgico donde los socios suelen expresar su malhumor. Fueron duros y sin filtros con Passarella al que exigieron que se vaya. Le reconocieron a Almeyda haber puesto el pecho por River, pero le hacen ver que debería dar un paso al costado. Ya no hay paciencia.
El reclamo fue la vuelta de Ramón Díaz, aunque Passarella al hablar el domingo por la noche por Fox Sports apenas dijo que “no es momento de hablar de Ramón Díaz”. Almeyda espera revertir la situación con una victoria sobre Arsenal y salir de la zona indeseable, y será medicina para el mal momento riverplatense.
Por lo pronto, el DT dejó de lado el sistema europeo de entrenamiento al día siguiente del partido y prefirió utilizar el lunes para descansar al plantel, para volver hoy a las 17 en el Monumental. En a lo futbolístico, el DT también suma problemas, ante la baja de Jonatan Maidana, por rotura de ligamentos de rodilla derecha, que lo dejará varios meses afuera de las canchas, a lo que se le suma la convalecencia del lateral Gabriel Mercado.
Núñez está que arde y por ahora no hay cómo apagar las llamas.