¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
28 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La Yihad: lecciones desde Mali y Argelia

Sabado, 19 de enero de 2013 22:09

Por Luis de la Corte Ibáñez (El Imparcial de Madrid)

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por Luis de la Corte Ibáñez (El Imparcial de Madrid)

La intervención militar iniciada por Francia en Mali y un secuestro ocurrido en una planta de gas argelina, espectacular y trágico, han logrado que en pocos días un país incardinado en el Sahel Occidental, escasamente conocido pase a los primeros puntos de la agenda de todas las cancillerías occidentales. Los sucesos acaecido estos días en las orillas del Sahara son indudablemente graves, aunque también resultan aleccionadores en más de un sentido. Respecto al problema específico que la intervención pretende afrontar, la amenaza del terrorismo yihadista, dos son las lecciones que se extraen en estos primeros momentos a raíz de su última progresión en Mali.

¿En declive?

La caída de Osama Bin Laden, la incapacidad de los yihadistas para consumar atentados de envergadura en Occidente durante los últimos años y la sangría de pérdidas entre la organización provocadas por una larga campaña de ataques con aviones no tripulados sobre las áreas tribales de Pakistán han otorgado cierta credibilidad a la expectativa de un pronto fin para este terrorismo. No hay duda de que la organización Al Qaeda original está a la defensiva y su capacidad de actuación se encuentra sumamente degrada. También han perdido fuerza algunas de sus estructuras aliadas o la perdieron en los últimos años. La propia trayectoria recorrida durante la década pasada por AQMI, una de las tres entidades yihadistas que ahora son combatidas en el Sahel ha sido efectivamente declinante. Con el paso del tiempo, su capacidad para cometer atentados en Argelia, su país de origen, había venido disminuyendo sustancialmente mientras que su propósito de integrar a otras ramas magrebíes del yihadismo, como la marroquí o la tunecina, hace años que se abandonó por imposible. Sin embargo, la intervención militar francesa lanzada sobre Mali pocos días atrás y la reciente y ambiciosa operación de secuestro materializada en Argelia por orden de uno de sus antiguos líderes, Mokhtar Belmokhtar, vienen a corroborar que la apuesta de AQMI de ampliar y consolidar su presencia en el Sahel ha vuelto a incrementar su peligrosidad y potencial desestabilizador, tanto dentro como fuera del Magreb. Particularmente, la sofisticación y complejidad de la operación de captura de toda una planta energética, con cientos de personas en su interior, muestra bien a las claras que los cuadros de esa filial no están integrados por un puñado de fanáticos con metralleta sino por militantes discipli nados y bien entrenados.

Regionalización sin retraimien to

Lo de Mali y el Sahel Occidental es una de las últimas manifestaciones de un cambio en el terrorismo yihadista que empezó a gestarse tras el 11-S y sobre todo en la segunda mitad de la década pasada. Dicho cambio se vuelve evidente cuando se consideran dos hechos complementarios: la enorme superioridad de incidentes terroristas atribuibles al yihadismo que vienen produciéndose en países no occidentales y la progresiva multiplicación de focos yihadis tas.

Hollande justificó la intervención francesa en Mali

El presidente francés, Francois Hollande, justificó ayer la intervención en Mali, relacionando la toma de rehenes en Argelia con el conflicto, y dijo que la operación militar durará “el tiempo necesario para vencer al terrorismo en esa parte de Africa”.

Hollande, que pronunció un discurso de felicitación del año nuevo en su antiguo distrito electoral de Tulle (en el centro de Francia), precisó que ahora es necesario montar con los africanos la fuerza internacional que debe permitir el restablecimiento de la integridad territorial de Mali y que se desplegará “en el plazo más breve posible”.

“Francia -argumentó- no está sola, puesto que está apoyada por los países europeos, actúa de acuerdo con el derecho internacional”, ya que se apoya en resoluciones de la ONU y además trabaja “con los países africanos, que van a formar parte lo esencial de la fuerza internacional”. Insistió en que “no se trata de conquistar un territorio, ni de incrementar nuestra influencia”, ni de defender los intereses particulares de Francia, sino de “acudir en ayuda de un país amigo, uno de los más pobres del mundo, atacado por un terrorismo que adquiere formas cada vez más temibles”.

Francia dijo ayer que tenía 2.000 tropas sobre el terreno en Mali, y que el total podría finalmente superar las 2.500. Se dijo que permanecerán el tiempo necesario para restablecer la estabilidad, pero París quiere dejar el comando de la misión a las tropas de Africa Occidental.

“Hoy se encuentran 2.000 soldados en suelo maliense”, dijo el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.

“No se descarta volver a aumentar el número de efectivos” aseveró.

Temas de la nota

PUBLICIDAD