Una potente bomba disimulada en una motocicleta estalló ayer en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, matando a dos personas, e hiriendo al menos a 50.
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Una potente bomba disimulada en una motocicleta estalló ayer en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, matando a dos personas, e hiriendo al menos a 50.
Según los investigadores, el blanco del ataque eran, al parecer, unos colectivos que transportaban a activistas de regreso de un acto organizado por el partido que gobierna la ciudad, el radical Movimiento Muttahida Qaum (MQM), y Tehreek-e-
Minhajul Quran (Movimiento para seguir el camino del Corán), encabezado por el islamista Tahir-ul Qadri.
“La bomba estaba colocada en una motocicleta. Por lo menos 21 personas resultaron heridas, dos de ellas están en condición crítica”, informó el oficial de la Policía Asif Ijaz, en declaraciones periodísticas.
Por su parte, Imran Shokat, un portavoz de la Policía de la provincia de Sindh (ubicada al sur) cuya capital es Karachi, confirmó el incidente y precisó que la moto estaba estacionada en el barrio Aisha Manzil, uno de los más poblados de la ciudad paquistaní.
“Estamos investigando si tenía un mecanismo de relojería o si la bomba fue activada por control remoto”, dijo Shokat.
Lugar estratégico
Karachi, la capital financiera de Pakistán, tiene una población estimada en 18 millones de habitantes y los actos de violencia política son frecuentes. El puerto de la localidad es utilizado por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN para abastecer a las fuerzas desplegadas en Afganistán.
Las autoridades no han sido capaces de hacer frente a la elevada tasa de delincuencia y criminalidad en la ciudad, donde entre cinco y diez personas son asesinadas cada día.