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?La conflictividad social va a aumentar, sin lugar a dudas

Sabado, 26 de enero de 2013 22:29

Ricardo Gil Lavedra es el presidente del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical. Abogado de profesión, dialogó con El Tribuno sobre las expectativas políticas para este año y manifestó la necesidad de la conformación de un frente electoral que se convierta en una verdadera expresión política de la sociedad argentina.

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Ricardo Gil Lavedra es el presidente del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical. Abogado de profesión, dialogó con El Tribuno sobre las expectativas políticas para este año y manifestó la necesidad de la conformación de un frente electoral que se convierta en una verdadera expresión política de la sociedad argentina.

El legislador también sostuvo que, en este contexto, con las elecciones de este año el Gobierno perderá cualquier deseo de perpetrarse en el poder.

¿Cómo analiza este año atravesado por las elecciones?

Este año va a comenzar un proceso de cambio y transición hacia una profundización del sistema democrático argentino. Me da la sensación de que el ciclo iniciado en 1983, que ha tenido distintas variables, con la renovación parlamentaria de este año tiene la posibilidad de ir hacia formas distintas.

¿Qué es lo que está en juego en la política nacional?

Lo que va a estar en juego este año son dos concepciones de democracia diferentes. Un Gobierno que ha desfigurado muchos de los rasgos de la democracia a través de una enorme concentración de poder populista, de pésima gestión, con alto grado de corrupción. Entonces desde la oposición va a ser un desafío de toda la sociedad argentina poder iniciar una nueva etapa en 2015. Para esto estas elecciones de medio término van han ser un test muy importante para nosotros.

 El desafío de la oposición es tan grande como las diferencias ideológicas y programáticas que pueden llegar a tener con el FAP o la Coalición Cívica, por ejemplo...


Yo creo que a la oposición le cabe poder presentar una alternativa confiable ante la sociedad. Las elecciones de 2011, lo que mostraron sobre todo, más allá del fortísimo apoyo que tuvo la Presidenta, es que la sociedad no encontraba del otro lado una expresión que la pudiera representar.


¿Y qué cambió de aquel contundente apoyo a la Presidenta en 2011 a la actualidad?

Mucho. Está la necesidad de conformar una alternativa democrática distinta que permita a Argentina tener un desarrollo sostenible, con equidad social, respetando la ley, la independencia de la Justicia y los poderes. Bueno, esto se va a ver a partir de 2013. El uso que ha hecho (el oficialismo) hasta el presente de sus mayorías en el Congreso, su resultado fue nefasto. Hubo un fracaso absoluto de la política de transporte; en materia energética, el cual el Gobierno se ha comido los stocks; en materia ganadera, la pérdida de la inversión extranjera directa. No pudo superar los índices de desigualdad. A su vez, se entró en este cepo mortal que ha implicado deteriorar nuestro esquema cambiario lo que lleva a que se produzcan conflictos salariales que van a ser muy complejos este año. Entonces, todo esto demuestra que el famoso modelo del que hablan está agotado. Lo que pudo ser exitoso tras la crisis en estos momentos se ha terminado.

¿Y cuáles pueden llegar a ser los límites de un espacio político de estas características?

Lo que yo creo es que hay que tratar de agrupar a las fuerzas políticas que tienen un pensamiento y una visión similar. La UCR tiene una extensión territorial notable. La confluencia con fuerzas afines como el FAP con la Coalición Cívica, sin duda, ha logrado traducir una oferta electoral como un paso inevitable. Por supuesto, esto va a depender de los distintos distritos.

El punto está en diferenciarse del kirchnerismo...

El tema está en que el kirchnerismo ha deformado la visión democrática. Ha deteriorado fuertemente el sistema federal. Ha instaurado un sistema de una concentración y personalización casi absoluta del poder. Ahora también pretende avanzar sobre la Justicia, sobre las decisiones judiciales que no favorecen los intereses del Gobierno. Todo con una impronta autoritaria muy fuerte. Esto se viene intensificando cada vez más.

¿Y a Hugo Moyano dónde lo ubica?

</RESPUESTA>Es un dirigente sindical y como tal su tarea es defender los intereses de los trabajadores. Un Gobierno que está sin lugar a dudas afectando a la clase trabajadora con la absurda política de mantener congelado el mínimo no imponible, el impuesto a las Ganancias y las cargas sociales porque cada vez más los trabajadores financian al Gobierno, hasta los monotributistas.

Y en este contexto, ¿se hace muy complicado la reelección de la Presidenta?

Sería muy malo para Argentina.

 

Pero está complicado por el retroceso del kirchnerismo como fuerza política...

 

Con la actual composición del Congreso nacional no tiene chance. Pensamos que las elecciones de este año van alejar definitivamente cualquier tentación de perpetración en el poder. Pensamos que el pueblo nos va a acompañar para que este riesgo sea alejado definitivamente.

Uno de los principales problemas que tiene el Gobierno es la inflación. ¿Por qué no la enfrenta?

 

Lo que primero debe hacer el Gobierno es reconocer que existe. No mentir. Es una verdadera inmoralidad mentir con respecto a la inflación. A su vez se beneficia indebidamente con sus alcances. Porque el Gobierno se está financiando del salario de los trabajadores. Para enfrentarla es necesario establecer una política inflacionaria. Yo no creo que esto pueda solucionarse de modo drástico, si hay que combinarlo con la política monetaria, fiscal establecer métodos de descenso gradual de la inflación. Este es un imperativo.

En medio de la puja por la inflación está el dólar...


La política del Gobierno nacional de anclar la inflación a través del dólar ha fracaso rotundamente. Estamos ante un panorama en cual las expectativas inflacionarias han subido. Las posibilidades a través de un retraso evidente del cambio provocado, precisamente, por la inflación nos lleva a un panorama en que si el Gobierno no toma decisiones importantes vamos a tener temblores.

Desde el oficialismo a usted lo ubican dentro del grupo de los “devaluacionistas”.

El problema es la inflación. El Gobierno tiene que tomar medidas para que esto no termine como terminó siempre. Toda la historia argentina está plagada de estos casos. Cuando aparecen los controles, el doble mercado, los atrasos cambiarios, ya todo el mundo sabe que esto termina en una devaluación violenta. Y esto distorsiona todo el funcionamiento de la economía con lo cual el Gobierno va a tener que tomar medidas para que esto no suceda.

 

 

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