Tras la propuesta de paz lanzada por el propio Bashar al Assad llegaron los apoyos y las críticas a su propuesta de paz en Siria. Irán, el gran aliado de Damasco, respaldó ayer el plan del presidente sirio, Bashar al Assad, para poner fin a la guerra civil en Siria, mientras que Turquía lo calificaba como una promesa vacía y el Vaticano pedía poner fin a la matanza que ya ha costado 60.000 vidas. En Teherán, el canciller iraní, Ali Akbar Salehi, dijo en un comunicado que “la República Islámica respalda la iniciativa del presidente Al Assad para una solución global a la crisis” iniciada en marzo del 2011.
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Tras la propuesta de paz lanzada por el propio Bashar al Assad llegaron los apoyos y las críticas a su propuesta de paz en Siria. Irán, el gran aliado de Damasco, respaldó ayer el plan del presidente sirio, Bashar al Assad, para poner fin a la guerra civil en Siria, mientras que Turquía lo calificaba como una promesa vacía y el Vaticano pedía poner fin a la matanza que ya ha costado 60.000 vidas. En Teherán, el canciller iraní, Ali Akbar Salehi, dijo en un comunicado que “la República Islámica respalda la iniciativa del presidente Al Assad para una solución global a la crisis” iniciada en marzo del 2011.
El plan “rechaza la violencia, el terrorismo y las injerencias extranjeras y propone un proceso político global”, agregó en el texto publicado en el sitio oficial de su ministerio.
En nombre de la solidaridad de la lucha contra Israel, Irán ha apoyado al gobierno de Al Assad, cuyo partido está en el poder desde 1963.
El ministro iraní llamó a todos los actores sirios del conflicto y a la comunidad internacional a “aprovechar la oportunidad” ofrecida por este plan para “restablecer la seguridad y la estabilidad en Siria y evitar la extensión de la crisis a la región”.
El domingo, Al Assad convocó en un discurso, el primero en meses, a un “diálogo nacional” para poner fin al conflicto que sacude al país desde hace 21 meses.
Sin embargo, el mandatario dijo expresamente que del diálogo estará excluida la “marioneta” creada por “Occidente”, en referencia a la coalición de fuerzas opositoras reconocidas por varios países occidentales.
Como era de esperarse, el ofrecimiento del Al Assad fue rechazado de plano por la oposición e ignorado completamente por Estados Unidos.
El canciller turco, Ahmet Davutoglu, dijo que la oferta del presidente sirio para celebrar una “conferencia de reconciliación” era “una promesa vacía”.
El mandatario sirio “parece no entender lo que está ocurriendo en Oriente Próximo”, subrayó en declaraciones al diario “Todays Zaman”.
El ministro criticó al presidente por culpar a agentes extranjeros de la situación por la que atraviesa Siria y preguntó “qué gobierno legítimo bombardea sus propias ciudades. Está buscando responsabilidades a la desafortunada situación de Siria en los lugares incorrectos”.
Finalmente, Davutoglu concluó que “no es posible avanzar sin reconocer a la oposición que el resto del mundo ha reconocido”.
Turquía solicitó a la comunidad internacional que se reúna con la Coalición Nacional de las Fuerzas de Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) para trazar un plan de transición en lugar de intentar convencer a Al Assad de abandonar el poder.