¿Cómo viviste tu primera experiencia en cine?
inicia sesión o regístrate.
¿Cómo viviste tu primera experiencia en cine?
Todo lo viví con muchísima intensidad y muchísima alegría. Yo sabía que iba a llegar el cine, pero la verdad es que nunca me imaginé que iba a ser así de grande, con todo lo que genera “Tesis”. Fue un personaje con muchos desafíos. A nivel profesional tuve que dar el triple: porque nunca había hecho cine, porque tenés que estar a la altura de Ricardo Darín, porque me tenía que sacar el chip de televisión y meterme en el cine. Fue un poco agotador.
El personaje es muy distinto a los que venías haciendo en televisión.
Totalmente. Nos juntábamos con mi coach, Eliana Migliarini, y tratábamos de entender a Laura desde todo punto de vista, desde la raíz: porqué hace lo que hace, de qué signo es. Todo para evitar ponerle prejuicios. Le puse muchas cosas mías: desde ser del interior hasta la sonrisa. El confiar en la gente, digamos, una persona del interior es más desprejuiciada y como más inocente a la hora de relacionarse. Eso también se lo pude dar. Sin dudas es un personaje completamente diferente a los que me han tocado. Primero, porque es mucho más complejo hacer cine que hacer televisión. Y segundo, porque se abre un abanico de miles de facetas de la misma persona. Mi personaje tenía pocas escenas, pero en cada una había como un abismo y tenía que contar un montón de cosas. Pero todo se pudo contar gracias al elenco. Ricardo (Darín) fue supergeneroso conmigo. Literalmente lo exprimí como una esponja de conocimiento. También me dio mucha libertad de acción, al igual que el director, que siempre fue muy claro. Entonces, todo fluía de una manera muy natural.
Tus personajes más emblemáticos aparecieron en “Patito feo”, “El elegido” y en “Dulce amor”. ¿Qué te dio cada uno de ellos en tu relación con el público y en tu construcción como actriz?
Mi personaje de “Patito feo” fue mi primer acercamiento a tener textos, a entender la ficción y poder relajarme en esto, en no estar nerviosa al decir un texto. Ese fue mi primer tramo en el crecimiento como actriz. “El elegido” fue un momento para mostrar que también me animo a contar una escena de sexo, por ejemplo, porque confío en los productores, en que va a estar cuidado y voy a estar cómoda. “Dulce amor” me dio más confianza. A medida que uno va creciendo y probando y ve que eso es aceptado y recíproco, te genera confianza. Disfruté mucho de esa confianza conmigo misma y disfruté mucho del intercambio con la gente en las redes sociales. Creo que el personaje creció muchísimo gracias a eso. Era impresionante la cantidad de chicas que me escribían.
En “El elegido” tenía que estar con actores supertalentosos, que admiro un montón (Leonor Manso, Lito Cruz, Leticia Brédice, Pablo Echarri). Tenía que estar a la altura de ellos y demostrarlo. En la película me pasa lo mismo.
Después de cierta ausencia, vuelve tu personaje a “Dulce amor”.
Sí. Grabé el final apenas llegué de mi viaje. Creo que la novela sigue hasta marzo, pero yo tengo otros proyectos con Telefe entonces tuvimos que hacer un cierre de la historia, pero bien. La verdad es que no puedo estar más agradecida y feliz por la fidelidad hacia el personaje. Hacer un producto popular es muy fuerte, tenés que estar muy preparado. Porque así como llegás a todos lados, el público es muy fiel, entonces es importante que vos le devuelvas esa fidelidad. Así como vos estás todos los días en su casa y ellos te ven religiosamente, cuando te encuentran en la calle, te abrazan como a una hermana. Y eso es increíble. Experimenté un amor más pasional, muy fuerte.