La división de la comunidad universitaria se hizo más evidente ayer cuando la contramarcha, que incluyó a un grupo de estudiantes, docentes y personal de apoyo de la UNSa, se manifestaron dentro de la universidad para reprochar la medida de fuerza que llevan adelante los estudiantes de la Facultad de Humanidades con la toma del Consejo Superior y del Rectorado.
inicia sesión o regístrate.
La división de la comunidad universitaria se hizo más evidente ayer cuando la contramarcha, que incluyó a un grupo de estudiantes, docentes y personal de apoyo de la UNSa, se manifestaron dentro de la universidad para reprochar la medida de fuerza que llevan adelante los estudiantes de la Facultad de Humanidades con la toma del Consejo Superior y del Rectorado.
Por la noche, en la asamblea, por unanimidad se votó que se pedirá formalmente a las autoridades de la universidad abrir una mesa de diálogo para presentar y peticionar que los siete puntos consensuados entre los asambleístas sean tratados en el Consejo Superior.
Dificultades con la toma
Mientras los asambleístas de la facultad de Humanidades de la UNSa reafirmaban su postura de continuar con la toma del Rectorado y el Consejo Superior, un grupo mucho más reducido de estudiantes, profesores y autoridades de las facultades de Ciencias Exactas y Ciencias de la Salud se reunieron en la plazoleta de esta última unidad académica para manifestarse en contra de la medida, que ya totaliza diez días.
El que más adhesiones recibió entre los presentes al hacer uso de la palabra fue el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Ing. Carlos Puga, quien advirtió que “cada día la universidad tiene más dificultades vinculadas con la toma. En todas las universidades donde se han hecho tomas las personas han podido seguir trabajando. Tenemos personal de apoyo universitario que hace más de una semana no puede brindar el servicio por el que se le paga y eso lo han resuelto los "democráticos' que han tomado el Consejo Superior y el Rectorado. Creemos que eso debe terminar”.
En sus palabras dejó abierta la posibilidad del diálogo diciendo: “Les garantizo que vamos a posibilitar ese ámbito de discusión, vamos a destrabar el conflicto porque creemos que se le está haciendo mucho daño a la universidad”, expresó el decano de la Facultad de Ciencias Exactas. Luego insinuó que la aparente paralización de las tareas administrativas en la casa de altos estudios imposibilitaría liquidar los sueldos del personal de la UNSa. “Cuando los sueldos no se paguen nadie se va a hacer cargo de que la toma está obstaculizando hasta las mínimas gestiones administrativas. Cuando tengamos ese problema, ahí nos movilizaremos, parece que la víscera que más nos duele es el bolsillo”, señaló.
“Estamos más fortalecidos”
Una vez que terminó la alocución un representante del Personal de Apoyo Universitario, en la contramarcha, un grupo de asambleístas intentó exponer sus razones y logró tomar el micrófono, pero fue increpado duramente por los presentes, que al grito de “¡Fuera!” les impidieron expresarse.
Paolo Sanguineti, de la carrera de Antropología, expresó: “Cuando las autoridades de la universidad quisieron venir a dialogar acá se los trató con mucho respeto. Negarnos la palabra a la otra postura. El antidiálogo viene del otro sector no de nosotros”.
Los que integran la Asamblea de la Comunidad Universitaria manifestaron que la contramarcha fue convocada por las Secretaría de Extensión y los decanatos de las facultades de Ciencias Naturales, Ciencias Exactas e Ingeniería.
En la asamblea de ayer por la noche en el edificio de Bibliotecas, los estudiantes y profesores reiteraron que “la asamblea quedó más fuerte, luego de la contramarcha”.
Abren una mesa de diálogo
En la asamblea del día 9 se decidió por unanimidad peticionar formalmente a las autoridades de la universidad abrir una mesa de diálogo. Se espera que se inicie esa gestión el próximo lunes. Mientras, la toma continuará.
La idea surgió en la asamblea del jueves que contó con la presencia del secretario general del Rectorado, Ricardo Falú, al que se le manifestó la posibilidad de una mesa de diálogo, en la que él se comprometió a mediar ante vicerrector y los decanos para que ésta se dé.
La idea de llegar a una mesa de diálogo sería la posibilidad para los asambleístas de presentar un pliego con los siete puntos del petitorio acordado y, a cambio, obtener el compromiso de que ese sea tratado en la primera sesión del Consejo Superior. De manera adjunta se entregarían los pliegos con otros pedidos acordados en las comisiones de cada Facultad.
Se informó que la propuesta incluía que la mesa de diálogo tenga la misma cantidad de representantes de la UNSa como de asambleístas. Uno de los aspectos que se debían consensuar anoche era si la mesa de diálogo iba a ser pública o a puertas cerradas. Se supo al inicio de la reunión que las autoridades universitarias habían deslizado que no querían una mesa pública.
Al cierre de esta edición, la asamblea seguía deliberando sobre ello.