Lo que alguna vez pareció una aventura, el sábado pasado cumplió 39 años, estoy hablando de la Asociación Lisiados de Salta (ALSa). Es que los aventureros de 1974 eran chicas y changos en su mayoría menores de 20 años, que venían de compartir en su niñez un lugar en común donde acudían a rehabilitarse y estudiar. Ese lugar era la Asociación de Lucha Contra la Parálisis Infantil (ALPi) y ya jóvenes volvieron a encontrarse para compartir una locura, la de formar una entidad que los represente ante la sociedad pidiendo igualdad de derechos en todos los aspectos de la vida, esencialmente en lo laboral.
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Lo que alguna vez pareció una aventura, el sábado pasado cumplió 39 años, estoy hablando de la Asociación Lisiados de Salta (ALSa). Es que los aventureros de 1974 eran chicas y changos en su mayoría menores de 20 años, que venían de compartir en su niñez un lugar en común donde acudían a rehabilitarse y estudiar. Ese lugar era la Asociación de Lucha Contra la Parálisis Infantil (ALPi) y ya jóvenes volvieron a encontrarse para compartir una locura, la de formar una entidad que los represente ante la sociedad pidiendo igualdad de derechos en todos los aspectos de la vida, esencialmente en lo laboral.
Y la semilla plantada en 1974 germinó, hoy son numerosas las entidades de distintas discapacidades que tienen a sus chicos incentivándolos con la práctica deportiva, como también son numerosos lo discapacitados trabajando en distintas áreas. Todavía falta más reconocimiento hacia el discapacitado, pero la lucha sigue. A no bajar los brazos ALSa y a preparar el gran 40 aniversario.