Julio Benítez, el maquinista que el sábado conducía la formación que chocó en la estación porteña de Once, era indagado anoche por el juez federal Ariel Lijo. El ferroviario está en la mira de la Justicia y todo parecía indicar que quedaría detenido por la causa en la que está imputado por “estrago”, aunque el magistrado aún no había determinado si es “doloso” o “culposo”.
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Julio Benítez, el maquinista que el sábado conducía la formación que chocó en la estación porteña de Once, era indagado anoche por el juez federal Ariel Lijo. El ferroviario está en la mira de la Justicia y todo parecía indicar que quedaría detenido por la causa en la que está imputado por “estrago”, aunque el magistrado aún no había determinado si es “doloso” o “culposo”.
Benítez fue dado de alta ayer por la mañana, pero el magistrado demoró su declaración hasta que consiguió las imágenes de la locomotora, cuyo contenido pidió recuperar a una empresa privada para exhibirlas durante la declaración indagatoria. Además de todas las pruebas que parecen inculparlo, se suma que la Policía le secuestró al motorman el disco rígido de la cámara de vigilancia de la cabina de la locomotora del Chapa 5 que conducía ese día.
De acuerdo con los datos que difundió el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, el tren ingresó a la estación a 22 kilómetros por hora, el doble de la velocidad permitida. Por el choque resultaron heridas unas cien personas, quienes fueron derivadas a diferentes hospitales de la zona.
Este hecho fue el tercero desde febrero del año pasado y provocó la reacción de los familiares de las víctimas de esos otros dos incidentes, que también tuvieron como protagonistas a líneas del Sarmiento, como de la oposición política. Todos apuntaron contra el Gobierno de la Nación.
El domingo el secretario de Seguridad, Sergio Berni, defendió las medidas que se implementan en el sector ferroviario y deslizó la posibilidad de que se haya cometido un sabotaje por la proximidad de las elecciones.
Mientras el debate político tomaba fuerza ayer por la mañana por las declaraciones de gremialistas, funcionarios y de dirigentes de diferentes partidos, la esposa de Benítez lo defendió ante los medios. Susana Vargas dijo que su marido “es una buena persona y un buen trabajador”, y negó que se haya robado los videos de seguridad. También aseguró desconocer la existencia de un blog, del que el maquinista sería el autor y en el que cuenta sus pesadillas con choques de trenes que él maneja.
Acusación
El vocero del gremio ferroviario La Fraternidad, Horacio Caminos, fue uno de los que reclamó ayer al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, soluciones. También le pidió que “no mienta” sobre el estado de la línea Sarmiento y sostuvo además que “plantar la evidencia es una cosa muy normal en tanta administración corrupta”.
Tampoco decantó que el video de seguridad de la cabina de manejo haya sido “plantado por alguien” dentro de la mochila de Benítez. El dirigente contestó a eso que “no descartamos absolutamente nada, no podemos descartarlo con el nivel de perversidad con el que se maneja la información”. El vocero también indicó que desde el Gobierno “se dice que se hizo la reparación integral de la vía del ferrocarril Sarmiento cuando todo el mundo sabe que es mentira, estamos hablando de gente que dice que estamos en la revolución ferroviaria y tenemos un accidente tras otro”. A las declaraciones de Caminos se contrapuso la de Gregorio Dalbón, que representa a familiares de víctimas de los accidentes de tren de Once y Castelar. El abogado apuntó contra los maquinistas: “Son capaces, para darle un mensaje al Gobierno, de matar a 50 personas”.
Leandro Despouy: “No pueden revertir la tendencia al estrago”
Muy crítico. El titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, aseguró que las medidas que toma el Ministerio del Interior y Transporte para mejorar el servicio ferroviario “no pueden revertir la tendencia al estrago” de los trenes. Y culpó a la administración del expresidente Carlos Menem por “los 10 años de "ferrocidio' que destruyeron ese transporte”.
Despouy evaluó que la frecuencia y la gravedad de este tipo de siniestros es alarmante, y remarcó van “más allá de lo explicable, de lo tolerable y de lo imaginable”. El expresidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU también consideró que más allá de las víctimas directas, este tipo de siniestros genera una suerte de traumatismo social, porque uno se pregunta cómo hace para viajar.
El cuerpo de delegados de la Unión Ferroviaria en el Sarmiento reclamó, por su parte, al Gobierno que entregue la operación de la línea a los trabajadores. “Queremos hacernos cargo de la empresa nosotros, los únicos que estamos comprometidos con el servicio somos los trabajadores. El Gobierno lo único que nos trajo en estos últimos años fue muerte, vaciamiento y negociados”, dijo el jefe del cuerpo de delegados de la Unión Ferroviaria en el ferrocarril Sarmiento, Rubén Sobrero. El jefe sindical criticó a las autoridades de la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado y dijo que “no podemos seguir con esta aventura de estos funcionarios”.